SEVILLA, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las dos asociaciones de taxistas existentes en Sevilla --Unión Sevillana del Taxi y Solidaridad Hispalense del Taxi-- celebran mañana una "gran asamblea", a cuyo resultado están supeditados los paros técnicos previstos por las organizaciones, como consecuencia de la "negativa" del Ayuntamiento hispalense de habilitar un carril de servicio para que estos vehículos puedan pasar por la avenida de la Constitución, que se corta al tráfico para acoger las obras de peatonalización.
El presidente de Unión Sevillana del Taxi, Fernando Morales, explicó a Europa Press que ambas organizaciones han acordado "un calendario de movilizaciones" que comenzaría con la celebración de esta asamblea --a partir de las 12.00 horas en la explanada de la estación de ferrocarriles de Santa Justa-- por parte del sector del taxi, acompañada de la "desaparición física" de este transporte público durante el día de mañana.
El objetivo de la asamblea, según Morales, es la "reunión e información de todas las reuniones mantenidas y lo que se ha hablado a todos los compañeros que concurran". Una vez finalice la asamblea, y siempre que no se produzca una respuesta municipal positiva a los intereses del sector, se convocará una huelga para el Domingo de Ramos, Miércoles Santo y Domingo de Resurrección.
Asimismo, hay paro convocado para toda la semana de Feria y, una vez terminada ésta, durante todos los domingos del año "hasta que lleguen las próximas elecciones municipales", según explicó el portavoz del sector.
Los taxistas reclaman un debate acerca del futuro del casco histórico de Sevilla porque "el 85 por ciento de las carreras tienen como destino u origen" el centro de la ciudad, por lo que la peatonalización paulatina de esta zona supondría "una reestructuración brutal del centro y cambios radicales en los usos y hábitos" del sector del taxi.
En este aspecto concreto, los taxistas advierten de que el Metrocentro, el tren ligero que conectará la céntrica Plaza Nueva con los jardines del Prado de San Sebastián en su primera fase, supone "una competencia desleal" para ellos, a consecuencia de que la peatonalización que implica tal proyecto "no deja ningún reducto" a los taxistas a la hora de acceder a las calles del centro.
