ZARAGOZA 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Departamento de Sanidad Animal del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), organismo de referencia en el ámbito nacional e internacional en el estudio de la brucelosis, colabora con el Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) argentino en un programa para el control de esta zoonosis en la provincia de Mendoza, donde la prevalencia de la enfermedad se sitúa entre el 20 y el 40 por ciento de cabezas de ganado caprino.
Uno de los responsables de este proyecto, el doctor José María Blasco explicó, en declaraciones a Europa Press, que este programa se inició hace tres años. El CITA, centro dependiente del Departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad, imparte formación a técnicos veterinarios en identificación y tipificación de cepas brucelares locales, y ejerce funciones como el control de calidad de vacunas y anfígenos de diagnóstico.
El CITA tiene experiencia en este tipo de proyectos, de hecho mantiene un proyecto de control de esta enfermedad en la zona norte de Egipto, ese último financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). También han colaborado anteriormente con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y otros organismos internacionales en países como Túnez, Marruecos o Argelia.
En el caso de Argentina, la brucela afecta especialmente al ganado caprino y a la conocida como región caprina argentina correspondiente a Río Negro, Neuquén, Mendoza, San Juan, La Rioja, Córdoba, Catamarca, Santiago del Estero, Jujuy, Salta y Formosa, provincias situadas en el occidente del país, en la precordillera de los Andes, "una zona de producción animal muy marginal y casi de subsistencia", indicó Blasco.
La enfermedad se transmite al hombre por contacto directo y por consumo de productos lácteos. "Aunque no existen datos fiables sobre el número de casos humanos "se conoce que está muy extendida en la región caprina, afectando gravemente a los núcleos de población mas desfavorecidos", dijo José María Blasco.
La primera medida que tomó el Gobierno argentino, "tras muchos años de inactividad", fue un programa de vacunación de los animales jóvenes y el diagnóstico y sacrificio de los animales adultos infectados, copiando los programas de erradicación de la enfermedad implementados en España, comentó Blasco.
En esta primera fase, el CITA fue consultado sobre la idoneidad del programa inicialmente propuesto. El CITA recomendó cambiar este programa por una vacunación masiva a todo el ganado y que se mantuviera durante los próximos 12 ó 15 años.
Este mismo programa de vacunación de la totalidad del ganado, en que se utilizó el método conjuntival (una gota de vacuna en el ojo del animal), fue el que el CITA aplicó con éxito en Aragón hace unos 12 años para controlar la brucelosis ovina y caprina. En una visita a Argentina, los técnicos del CITA realizaron una serie de demostraciones de la aplicación de la vacuna e impartieron cursos de formación dirigidos a los veterinarios que iban a participar en la campaña de vacunación.
Los responsables del CITA hicieron varios viajes en 2006 y 2007 a la provincia de Mendoza para supervisar el programa y establecer las primeras conclusiones. Asimismo presentaron el programa en la Reunión Caprina de Argentina con el fin de extenderlo por el resto de la región caprina. En la actualidad, casi la mitad de los rebaños de Mendoza han sido vacunados y la campaña de vacunación se extenderá a otras provincias argentinas a lo largo del próximo año.
Por otra parte, durante todo este tiempo, el CITA ha realizado en su laboratorio los análisis de calidad de las vacunas utilizadas durante la campaña y ha recibido a varios técnicos, tanto del SENASA como del Gobierno Provincial de Mendoza, para formarles en materia específica de control de calidad de las vacunas y de seguimiento del programa de vacunación implementado.
El proyecto deberá ser continuado durante al menos 12 ó 15 años, ya que, según explicó Blasco, "es preciso vacunar al menos dos generaciones completas para que la enfermedad se de por definitivamente controlada". Para ello se precisa una presencia continuada en el campo de manera que cada dos años se pueda revacunar cada rebaño.
Además, Blasco espera que los próximos años, Argentina se desarrolle socio-económicamente, de tal manera que pueda abordar un programa definitivo de erradicación semejante al que ahora se aplica en la Unión Europea, basado en la identificación individual de los animales, el control de los movimientos pecuarios y el sacrificio compensado económicamente de los animales infectados.
LARGA EXPERIENCIA
El grupo de Sanidad Animal del CITA lleva cerca de 30 años dedicado a la investigación de la brucelosis animal, colaborando en proyectos conjuntos con el Departamento de Microbiología de la Universidad de Navarra, dirigido actualmente por Ignacio Moriyón.
Esta especialización se debe a que en los años 70, recordó el doctor José María Blasco, "la enfermedad constituía una verdadera epidemia en nuestro país". Agregó que "más de la mitad de los rebaños ovinos y caprinos españoles estaban infectados por entonces y más de 30.000 españoles desarrollaban la enfermedad cada año". España era en aquel entonces el país con más casos de brucelosis humana declarados.
Los grupos de investigación del CITA y de la Universidad de Navarra son los más numerosos e importantes en España en cuanto a investigación de la brucelosis y constituyen también una referencia internacional en materia de diagnóstico y profilaxis de esta enfermedad.
Además de las colaboraciones con las administraciones nacional y autonómica, el laboratorio de brucelosis del CITA colabora frecuentemente con organismos internacionales --Organización Mundial de la Salud, Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, Organización Mundial de Sanidad Animal y el Centro Internacional de Estudios Agronómicos Mediterráneos (CIHEAM) en programas de investigación y formación sobre esta enfermedad, así como en misiones de asistencia técnica para el control de la misma.
Por otra parte, el Laboratorio de Brucelosis del CITA contribuye a la formación de técnicos de Marruecos, Túnez, Argelia, Jordania, Palestina, Brasil, Chile, Venezuela, Argentina, Portugal y México.