ZARAGOZA, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Instituto de Investigación e Ingeniería (I3A) de la Universidad de Zaragoza trabaja en un proyecto, que tiene como objetivo promover un salto cualitativo en la implantación de servicios de inteligencia ambiental en el hogar, para aportar autonomía a las personas dependientes.
Así lo explicó, en declaraciones a Europa Press, uno de los investigadores del proyecto e ingeniero industrial, Roberto Casas, quien afirmó que la finalidad del mismo es extender el tiempo que éstas personas puedan permanecer en su hogares, realizando de forma autónoma el mayor número posible de tareas cotidianas o siendo asistidas por familiares, en cuyo caso la inteligencia ambiental supone una ayuda complementaria.
Dicho proyecto, 'Ambientes Inteligentes para la Vida Independiente' (AIVI), está financiado por el Ministerio de Industria y en él trabajan diferentes universidades de España, entre las que se encuentra la de Zaragoza.
Dentro del programa, la Universidad de Zaragoza trabaja en la elaboración de interfaces accesibles para las personas discapacitadas que les permitan controlar su entorno. Por ejemplo, "un tetrapléjico no puede realizar muchas actuaciones cotidianas necesarias como abrir una ventana, subir las persianas o encender la televisión. Dependen de familiares o cuidadores en todo momento", indicó.
Sin embargo, indicó, "nosotros estamos fabricando un aparato que, a través de una pulsación --como puede ser silbido--, reciba la orden de realizar diferentes actos". De esta manera, "facilitamos y sobre todo aportamos autonomía a la persona discapacitada, que con este interfaz y la instalación de una red de sensores y actuadores en la vivienda, ya es capaz de realizar las actividades más cotidianas", subrayó.
Por otro lado, Roberto Casas apuntó que las demás universidades se centran en otros aspectos del programa como en la identificación de la huella dactilar para poder acceder a la vivienda, en las adaptaciones arquitectónicas o en la climatización de la misma.
Respecto a la climatización, los investigadores deben coordinar la comodidad y el ahorro energético, según destacó Casas. El objetivo es lograr que el sistema module la temperatura ambiente de la vivienda de forma automática de tal manera que, "después de un periodo de adaptación, conozca los hábitos del usuario y se guíe por ellos para bajar o subir los grados", concretó.
En definitiva, el proyecto AIVI cubre todas las áreas de conocimiento relacionadas con el diseño e implantación de inteligencia ambiental en hogares de personas dependientes como las técnicas de construcción y equipamiento, redes de sensores, interfaces o servicios de teleasistencia, entre otros.
Además, AIVI cuenta con la colaboración de asociaciones y organizaciones de apoyo a personas dependientes, que establecen las líneas prioritarias de investigación, validan las aplicaciones y servicios desarrollados, y dan su asesoramiento en las cuestiones éticas que surjan durante el transcurso del proyecto, concluyó Roberto Casas.
