Innova.- El ICMA participa en el Proyecto Profit realizando un soporte anódico para pila de combustible

Actualizado: sábado, 19 mayo 2007 16:00

ZARAGOZA, 19 May. (EUROPA PRESS) -

El Instituto de Ciencia de los Materiales de Aragón (ICMA) participa en el Proyecto Profit, dentro del Programa Nacional de Energía, preparando un soporte anódico en integración con el electrolito de un prototipo de pila de combustible de óxido sólido (SOFC). Este dispositivo tendrá una potencia de 2,5 kilowatios, con un precio competitivo de 400 dólares por kilowatio y una durabilidad de 40.000 horas. El presupuesto total del proyecto es de un millón de euros para los años 2007-2009.

La empresa Copreci S. Coop., del Grupo Mondragón, lidera este proyecto, en el que también participan la Universidad de La Laguna, la Universidad del País Vasco, el centro tecnológico Ikerlan S. Coop. del Grupo Mondragón y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) a través del ICMA y el Instituto de Cerámica y Vidrio (ICV).

Las pilas de combustible son sistemas electroquímicos en los que la energía de una reacción química se convierte en electricidad. En el ánodo --polo negativo-- se conecta el combustible, que es el hidrógeno, y en el cátodo --polo positivo--, el oxígeno, que actúa como oxidante. Los polos o electrodos están separados por un electrolito, que es el conductor. Por la reacción de estos dos gases se origina una corriente eléctrica y vapor de agua, ya que el hidrógeno pierde electrones y el oxígeno los capta.

"Nuestra función es desarrollar el ánodo de esta pila, donde se hace el contacto eléctrico y que es cerámico, y su integración en el electrolito", explicó a Europa Press el científico responsable de este proyecto en el ICMA, Ángel Larrea, "con el objetivo de construir un prototipo que funcione y se pueda comercializar".

Las pilas de combustible de óxido sólido funcionan a alta temperatura, "cerca de los 1.000 grados centígrados, y se pueden utilizar para generar electricidad en una casa aislada donde no llegue el tendido eléctrico, por ejemplo, y que puede funcionar con gas natural", señaló.

No obstante, Larrea matizó que "también existen pilas que funcionan a baja temperatura, en torno a los 500 grados centígrados, que podrían utilizarse para equipos portátiles, generadores de potencia con etanol o metanol o dotar de electricidad a un camping".

"En las pilas SOFC, el electrolito es sólido que es un óxido, normalmente de circonio y, en este caso estamos utilizando óxido de cerio", apuntó Larrea. Estas pilas presentan varias ventajas, entre ellas que "cuando se utilizan con hidrógeno, originan agua caliente, que puede ser aprovechada para calentar una casa, por ejemplo", pero, además "no necesitan catalizador, o lo que es lo mismo, un compuesto químico que se añade en pequeñas cantidades para que la reacción ocurra más rápido", explicó Larrea. Por ejemplo, las pilas de combustible poliméricas utilizan platino, que es un metal muy caro.

"Además, las pilas SOFC se pueden utilizar con etanol, metanol y gas natural porque son más fácil de usar, a pesar de que son combustibles fósiles, en lugar del hidrógeno, que todavía no dispone de una red de distribución", explicó Larrea.

No obstante, también existen inconvenientes ya que "funcionan a muy alta temperatura y están realizadas con material cerámico, que es más frágil y difícil de trabajar que un polímero o un metal".

Las pilas de combustible, que podrían sustituir a los motores de combustión interna que se utilizan en los vehículos, son cuatro veces más eficientes que éstos "porque la energía química se convierte en trabajo sin combustión".

Por otra parte, "la energía que producen es limpia, si el combustible es hidrógeno; sin embargo, si se utiliza como combustible gas natural o metano, se emite dióxido de carbono, pero la eficiencia de la producción de energía es mayor", concluyó Larrea.