TERUEL, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Teruel tendrá que estudiar posibles soluciones para acabar con las ramblas de agua que se registran en la calle principal del barrio de Pomecia, donde reside el colectivo gitano de la ciudad, en los momentos de grandes lluvias y cuando el agua que sale de la Vía Perimetral de Barrios acaba canalizándose por allí.
El alcalde de Teruel, Manuel Blasco y varios de sus concejales, han visitado la zona, acompañados del presidente de la Asociación Étnica de Minorías de Teruel, José Gabarre.
De esta forma, los ediles han podido conocer de primera mano algunos de los problemas que tiene este barrio de la ciudad, situado entre la Vía Perimetral de Barrios (VPB) y los barrios del Arrabal y el Carrel. Según ha explicado el alcalde de Teruel, Manuel Blasco, a los medios de comunicación, uno de los más "graves" se produce cuando llueve mucho, puesto que una parte del agua que pasa por la VPB acaba en la calle principal de este barrio.
Así, Blasco ha explicado que la VPB "hace de dique de contención", de forma que dos puntos de evacuación de aguas de esta infraestructura "confluyen en la calle principal del barrio de Pomecia". Por eso, cuando hay tormentas, como la primavera pasada, "la calle se convierte en una rambla" lo que origina el arrastre de piedras y barro; además "si el barro no se limpia se van cegando los sumideros, así que la evacuación de agua es cada vez menor".
El alcalde ha reconocido que el problema "no tiene fácil solución", entre otras cuestiones porque, "por debajo de la calle principal hay una red de abastecimiento de aguas", así que "tampoco podemos levantar la calle alegremente y canalizar las aguas subterráneas". Según ha indicado al respecto, los técnicos municipales analizarán el problema cuya solución "no depende sólo de la decisión política", ha dicho Manuel Blasco.
Por su parte, José Gabarre ha indicado que cuando se registran lluvias fuertes, en la parte baja del barrio tienen que "poner tablas en las puertas porque les entra el agua dentro". Ha agregado que !esto da pánico, no puede continuar así".
Gabarre también ha agradecido al alcalde su visita, pero también le ha pedido que "tome cartas en el asunto, que se comprometa a intentar solucionar los problemas", puesto que "no queremos ser un barrio marginado".
El presidente de la asociación ha recordado que en la zona viven unas 70 familias que, incluso han construido en la zona su propia Iglesia Evangelista. A pesar de todo, Gabarre ha asegurado que "para nosotros no habría ningún problema para la reubicación" de estas familias en otras zonas de las ciudad. Según ha dicho, si se realojara a estas familias 2en 3 ó 4 bloques de pisos, esto desaparecería".
Y es que, José Gabarre ha afirmado que "en Valencia, en Cuenca, los gitanos están viviendo en pisos, mientras que Teruel es la capital donde menos gitanos hay, pero estamos todos en la misma zona".
En este sentido, Manuel Blasco les ha trasladado que "no está en las manos" del Ayuntamiento de la ciudad solucionar esta cuestión porque "no puede hacer viviendas para todos los ciudadanos". Sí puede "facilitar solares para que se hagan sus propias viviendas o pedir al Gobierno de Aragón que haga viviendas sociales", pero a cambio, "tenemos que pedir al pueblo gitano que luego mantenga en condiciones los espacios de sus propias viviendas que, no se dejen coches o electrodomésticos abandonados", como existen actualmente en la zona.
Lo que sí tiene que hacer el Ayuntamiento, ha dicho Blasco, es "una primera actuación de emergencia", limpiar algunos solares y retirar enseres para "adecentar el barrio". Aún así, ha precisado reconoce que la actuación necesaria para acabar con todos los problemas del barrio es mucho más profunda puesto que es una cuestión de muchos años. El alcalde ha finalizando apuntando que "no tenemos una varita mágica, pero haremos todo lo que podamos para mejorar su calidad de vida".
