ZARAGOZA 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
El 27,1 por ciento de los aragoneses cree que la Administración de Justicia mejorará tras su traspaso a Aragón el próximo 1 de enero de 2008, según se desprende del Barómetro de Opinión de Aragón 'Otoño de 2007', que ha dado a conocer hoy el Gobierno autonómico.
El 42 por ciento de los encuestados cree que estas transferencias ni mejorará ni empeorará la Administración de Justicia y el 7,5 por ciento que la empeorará. Además, el 23,4 por ciento de los encuestados conocían este traspaso, mientras que el 72,8 lo supieron a través de la encuesta.
El Barómetro 'Otoño 2007' ha sido realizado por A+M entre el 1 y 11 de noviembre, en el ámbito de la comunidad autónoma con 2.579 entrevistas personales mediante un cuestionario estructurado en las provincias de Zaragoza, Huesca y Teruel. El margen de error es de +/- 1,96 por ciento.
El Barómetro de Otoño del Gobierno de Aragón recoge un amplio muestreo sobre la opinión de los aragoneses en relación a la Justicia, pocas semanas antes de que la Comunidad Autónoma reciba la transferencia.
Así, el 42,7 por ciento de los aragoneses consideran que su funcionamiento es regular, frente a un 33,5 por ciento que creen que lo hace mal o muy mal y un 19,3 que consideran bueno o muy bueno su funcionamiento.
La lentitud (52,3%) y la lenidad --suavidad en las penas o reducción de condenas-- (21,5%) son los dos problemas más importantes que los aragoneses achacan a la Administración de Justicia. Le siguen la opinión de que no hay justicia (11,6); falta de medios (8,9); politización (6,1); discriminación económica (4,7); incompetencia (4,4); leyes incoherentes (4,4); desigualdad de criterios (4), y mala gestión y mucha burocracia (2,9).
Además, indican que la última vez que acudieron a los juzgados, se sintieron como en cualquier otra administración pública el 44,9 por ciento de los encuestados, o más bien incómodo o intimidado en el 51,4.
Los encuestados entienden que los jueces en España toman sus decisiones con un nivel de independencia muy alto, el 6,8; bastante alto, el 32,7; bastante bajo, el 30,8; y muy bajo, el 10,6.
Por otra parte, el 44,2 por ciento preferiría que en caso de estar acusado de un delito grave decidiera si era inocente o culpable un juez; el 23,7 por ciento, un jurado, mientras que al 25,3 por ciento le resultaría indiferente.
Por otra parte, en caso de ser designado para ser miembro del jurado en un juicio, estaría encantado el 5,2; no le importaría al 21,1; le disgustaría, al 17,8; le disgustaría profundamente, al 19,3; y pensaría simplemente en que tendría que cumplir con su obligación el 31,4.