TERUEL 17 May. (EUROPA PRESS) -
La Obra Social de 'La Caixa' ha puesto en marcha el programa 'Violencia: tolerancia cero' con el fin de prevenir posibles conductas de malos tratos, sensibilizar a la población sobre este problema y a la reinserción de las víctimas y de sus hijos. Esta campaña llega ahora a Teruel, donde permanecerá hasta el 10 de junio en la carpa instalada en La Glorieta. La entrada es gratuita.
La violencia, según los expertos, no es un comportamiento natural, sino una actitud aprendida durante la socialización del individuo. Desde una óptica preventiva, la educación en la igualdad y la denuncia del carácter ilegítimo de la violencia son los pilares sobre los que debería apoyarse el reconocimiento del problema, así como la adopción de medidas para erradicarlo, indica la entidad en una nota de prensa.
El programa itinerante 'Violencia: tolerancia cero' recorrió 28 ciudades españolas a lo largo de 2006 con más de 185.000 visitantes. En él se propone un recorrido por las distintas facetas en que se manifiestan los malos tratos, con el objetivo de provocar la implicación activa de todos los ciudadanos en la lucha contra la violencia.
La propuesta se compone de una exposición, una serie de talleres escolares para trabajar el tema en las aulas, un conjunto de materiales psicosociales y una publicación, escrita por los doctores Luis Rojas Marcos e Inés Alberdi, dirigida a sensibilizar a la sociedad frente al fenómeno de los malos tratos.
La exposición consta de un ámbito introductorio y de cinco espacios modulares a través de los cuales, sucesivamente, se identifica y define el problema, se presenta un análisis y un diagnóstico de la situación y se proponen vías que fomenten la prevención.
Los derechos humanos; la violencia en situaciones cotidianas; la diferencia entre los sentimientos de amor y los de control, posesión y celos; la violencia en las aulas; las posibilidades de actuación y los testimonios de superación y, por último, la información como soporte a la solución del problema, centran cada uno de estos cinco módulos.
Al finalizar el recorrido, los visitantes son llamados a dar respuesta a un cuestionario que les provoque una reflexión sobre su compromiso contra las actitudes violentas.
REALIDAD ACTUAL
El módulo introductorio de la exposición sitúa al visitante y capta su atención para implicarlo en el tema. Esta primera escenografía evoca el destrozado comedor de una vivienda en la que se ha producido una situación de violencia. El visitante puede constatar una cantidad de detalles presentes en actitudes cotidianas que revelan comportamientos violentos.
La violencia de género es objeto de reflexión en el segundo de los escenarios. Pese a la existencia y aceptación, prácticamente unánime, de los derechos humanos por parte de las naciones y las legislaciones actuales, su vulneración no sólo es constante y repetitiva, sino que va en aumento.
Avanzando a lo largo de un túnel de estética urbana, se podrán leer los artículos de la Declaración de los Derechos Humanos. En contraposición a éstos, una serie de pantallas adyacentes revelan cifras estadísticas, noticias o frases de expertos que demuestran el incumplimiento de estos derechos y pretenden generar una reacción en el visitante.
El siguiente módulo recrea un espacio público. El problema de la violencia se encuentra más cerca de lo que a menudo puede imaginarse. A través de las ventanas de un edificio ubicado en una plaza de una zona residencial, los visitantes podrán contemplar escenas de películas de cine, recreadas como si estuvieran sucediendo en ese mismo instante, en el interior de algunos pisos. La ventana indiscreta saca a relucir un problema real presente en la sociedad, aunque en muchos casos de forma oculta.
VIOLENCIA EN LAS AULAS
Según un informe elaborado por el Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia, 3 de cada 10 alumnos sufre algún tipo de violencia en la escuela. La mayoría de las víctimas, 6 de cada 10, son mujeres, y en un 95 por ciento de los casos los escolares que las sufren arrastran las consecuencias psicológicas de por vida.
La infancia es, en este sentido, la etapa vital en la que suelen generarse las futuras conductas violentas. "Las semillas de la violencia se siembran en los primeros años de vida, se desarrollan durante la infancia y empiezan a manifestarse y a dar frutos en la adolescencia", explica Luis Rojas Marcos.
Un entorno escolar adecuado, presidido por el respeto hacia los profesores y los compañeros, desarrolla la autoestima, el sentido de grupo y de justicia, así como la capacidad de empatía. La exposición reproduce los sentimientos de un alumno acosado con la finalidad de contribuir a erradicar la violencia en las escuelas.
El cuarto espacio de la muestra es 'Actuar es posible'. una apuesta por una socialización basada en la igualdad, en la dignidad, en la libertad y en la justicia. La exposición ofrece, en este cuarto módulo, una serie de pautas de actuación que contribuyen a eliminar cualquier manifestación de intolerancia, una ventana a la esperanza con testimonios de superación del problema.
En el último de los apartados, la muestra hace referencia a la información como elemento clave para contribuir a erradicar el problema. Se muestran en este ámbito las actividades, asociaciones e iniciativas, ya sean de empresas privadas o de instituciones públicas, implicadas en la lucha contra la violencia. Este espacio dispone de una serie de ordenadores, materiales y otros recursos en distintos soportes que pueden ser de gran utilidad para las personas interesadas.