MONZÓN (HUESCA), 2 (EUROPA PRESS)
La empresa Horpisa está ejecutando las obras de restauración de las 10,5 hectáreas del cerro conocido como Montañeta del Palomar o Peña del Cuervo, donde realizó una extracción continuada de áridos sin licencia en la primera mitad de la década de los noventa, hasta que en 1996 un decreto de alcaldía paralizó la actividad.
A la vez, se inició un expediente administrativo con el objetivo de recuperar la zona. Un año después, el Ayuntamiento exigió oficialmente a la empresa la redacción de un proyecto de restauración, y en junio de 1998, el departamento de Calidad Medioambiental de la DGA se pronunció en los mismos términos, según informaron fuentes municipales en un comunicado.
Las extracciones, no obstante, continuaron. En el verano de 2003, en la confluencia de la Peña del Cuervo y el cerro del Salobrás se produjeron desprendimientos de rocas por el agua de la lluvia. Con anterioridad, los vecinos de la urbanización 'Ramón J. Sender' ya habían puesto de manifiesto la existencia de filtraciones, indicaron las mismas fuentes.
Así, el alcalde, Fernando Heras, firmó tres decretos en los que ordenaba a los propietarios de las fincas que instalasen vallados para aislar la vía pública, y a Horpisa paralizar la actividad y elaborar estudios geológicos de la zona para establecer las medidas correctoras y el plan de recuperación del medio dañado.
En ese momento, se paralizaron las extracciones y la amenaza de desprendimientos que se originaron se corrigió con "trabajos urgentes" a cargo de la empresa.
En septiembre de 2005, el Ayuntamiento aprobó la declaración de interés público de las obras de restauración; en marzo de 2006, la Comisión Provincial de Ordenación del Territorio dio el visto bueno al proyecto; y en mayo de 2006, el Ayuntamiento concedió la licencia de obras. Horpisa comenzó los trabajos el pasado mes de noviembre, y prevé acabarlos antes de 31 de marzo.
ACTUACIÓN EN LA ZONA.
Las obras que está realizando la empresa consisten en la construcción de una mota de protección en parte del perímetro, concretamente en el balcón que se asoma al casco urbano, para atenuar el impacto visual y dirigir las aguas pluviales a la zona central del vaso.
Asimismo, se va a renivelar el terreno y perfilar los tozales para que las aguas pluviales vayan al centro, y construir cunetas de desagüe; asimismo se va a asegurar la estabilidad de las torres de la línea eléctrica, y minimizar el impacto visual de los montículos en los que se apoyan. También se plantará vegetación y se creará una capa de 50 centímetros de tierra vegetal en toda la superficie.
El concejal de Desarrollo del Ayuntamiento de Monzón, Joaquín Paricio, valoró la predisposición de la nueva dirección de Horpisa para resolver "cuanto antes y con efectividad" un problema con casi veinte años de antigüedad.
Por otro lado, indicó que están previstas labores de reforestación que a medio plazo convertirán el vaso y sus alrededores en un bosque. "Este lugar volverá a ser un espacio para uso y disfrute de los ciudadanos", declaró.