Víctor Lucea e Isidro Aguilera han inaugurado la exposición. - DGA.
ZARAGOZA 26 May. (EUROPA PRESS) -
El Museo de Zaragoza acoge desde este miércoles y hasta el mes de septiembre la exposición 'Pradilla y la pintura. Contexto de una obsesión', con motivo del centenario del fallecimiento del pintor de Villanueva de Gállego, Francisco Pradilla, apasionado de la figura de la reina Juana I de Castilla 'La Loca'. La han presentado el director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Víctor Lucea, y el director de la institución, Isidro Aguilera.
El director general ha expresado que Pradilla "trascendió, sin duda, el ámbito aragonés" y que "influyó notablemente en el discurso pictórico y en la difusión del imaginario colectivo español".
Aunque la política de la Dirección General de Cultura no se centra en las efemérides, "en este caso sí", ha comentado Lucea, recordando que este año se conmemora el centenario del fallecimiento del pintor zaragozano y el Gobierno de Aragón lo celebra "con una propuesta acorde a su talla", una serie de actos englobados en el Año Pradilla.
La muestra incluye las obras con la evolución del artista, aportadas por el Museo de Zaragoza, así como las redes de amistad de Pradilla, con atención a sus maestros y discípulos y, finalmente, "su obsesión" por Juana I de Castilla, ofreciendo así al espectador "un discurso novedoso y sugerente".
La exposición cuenta con una selección de obras de Pradilla procedente de los fondos del Museo de Zaragoza, como 'Estudio de caballo' para el cuadro 'El suspiro del moro o Doña Pilar Villanova' y también de otros autores como 'Retrato del doctor Lera', tallado en mármol por Ponciano Ponzano, 'Retrato de Santiago Ramón y Cajal' de Joaquín Sorolla o 'Retrato de Pradilla' de Alejandro Ferrant.
Destacan los depósitos del Museo del Prado en esta institución, es el caso del citado lienzo 'La reina Juana La Loca recluida en Tordesillas' o 'Paisaje de Capri', ambos de Pradilla. La exposición cuenta con obras de otras instituciones como 'La campana de Huesca', de José Casado del Alisal, del Museo de Huesca, o 'Doña Juana la Loca', del Museo Nacional del Romanticismo.
Completan la muestra obras de la colección descendientes de Pradilla; 'Vista de Zaragoza', de Juan José Gárate, prestada por la Diputación Provincial de Zaragoza, o 'La Reina doña Juana la Loca: estudio histórico', de Antonio Rodríguez, de la Universidad de Zaragoza, entre otras.
VERSIONES
Aguilera ha señalado que Pradilla es "el pintor decimonónico más importante después de Goya". La exposición hace hincapié en la personalidad del pintor, "abierto a la amistad" y que cosechó numerosas amistades a lo largo de su vida.
Ha destacado su obsesión por Juana I de Castilla, Juana 'La Loca', y cómo realizó varias versiones de la misma obra, sobre su etapa en Tordesillas. "Se puso de moda en el siglo XIX", ha apuntado. También ha comentado que en el Museo de Zaragoza se ha encontrado una plancha de una obra de Pradilla que ahora se ha utilizado para imprimir grabados que se pondrán a la venta.
EXPOSICIÓN
La muestra, que se puede ver en la primera planta del museo, contiene obras como el autorretrato de 1887, un óleo sobre lienzo, así como obras que reflejan su formación temprana en Madrid y Zaragoza, la etapa en la Academia de Bellas Artes de Roma (1874-1896), el nombramiento como director del Museo del Prado, en 1987 y su establecimiento definitivo en Madrid, los cuadros de Tordesillas y su "brillante ocaso".
Francisco Pradilla Ortiz nació el 24 de julio de 1848 en Villanueva de Gállego (Zaragoza) y con 11 años de edad se trasladó a la capital aragonesa, donde cursó bachillerato y recibió su primera formación artística en el estudio-taller de Mariano Pescador, quien le propuso completar su formación en la Escuela de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis.
En 1866 se fue a vivir a Madrid, donde completó su formación en el taller de Augusto Ferri y Jorge Busato, contando con el apoyo del artista aragonés Ponciano Ponzano, que le preparó para su ingreso en la Escuela Superior de Pintura y Escultura, en la que ingresó en 1988.
Posteriormente, en 1974 fue pensionado para estudiar en la Academia de Bellas Artes de Roma, donde convivió con Alejandro Ferrant, Casto Plasencia y Jaime Morera, también con Muños Degrain, Estevan, Benlliure, Querol, Barbasán y Sorolla.
Pradilla fue nombrado director del Museo del Prado en 1896, cargo del que dimitió en 1898, aunque siguió viviendo en Madrid y se recluyó en su residencia-estudio consagrándose en exclusiva a la pintura.
La Diputación Provincial de Zaragoza le nombró en 1988 'Hijo benemérito e ilustre de la Provincia'. En 1904 visitó Alhama de Aragón y el Monasterio de Piedra, dejando constancia de sus paisajes en varias obras.
La obra de Francisco Pradilla está ligada a la de la reina Juana I de Castilla, por representar la esencia del romanticismo: amor desmedido, celos, infidelidades, desamor, locura y muerte.
El pintor realizó varias versiones de su encierro en el palacio real de Tordesillas (Valladolid), basándose en estudios del historiador Antonio Rodríguez Villa. Realizó la obra definitiva en 1906, que actualmente se conserva en el Museo del Prado. Otra versión de 1907 está depositada en el Museo de Zaragoza. Falleció el 1 de noviembre de 1921.