HUESCA 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las obras del regadío social impulsadas por la Comunidad de Regantes de Ara y ejecutadas por la empresa del Gobierno de Aragón Sociedad de Infraestructuras Rurales Aragonesas SA (SIRASA), han supuesto una inversión superior a los 950.000 euros y ha permitido la transformación en regadío de 71 hectáreas. El presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, acompañado por el consejero de Agricultura y Alimentación, Gonzalo Arguilé, ha inaugurado hoy dichas obras.
El Departamento de Agricultura y Alimentación ha aportado el 75 por ciento de la inversión, mientras que el 25 por ciento restante ha sido financiado por los regantes beneficiarios. La transformación en regadío ha ido precedida de la concentración parcelaria de 310 hectáreas, dentro de las cuales se encuentran las 71 hectáreas de regadío.
Las obras de concentración parcelaria han sido financiadas en su totalidad por el Departamento de Agricultura y Alimentación del Gobierno de Aragón, con una inversión de 384.000 euros, según los datos facilitados por el Ejecutivo autónomo.
La toma de agua se realiza desde el manantial de Fuendepena, en el Barranco de Abena, en Ara, con una capacidad de embalse de 107.000 metros cúbicos. Se ha construido una tubería de llenado que parte de la obra de toma del manantial y se dirige a una balsa, paralela al camino de acceso al manantial. La red de riego se ramifica desde la balsa de almacenamiento en una red principal y otra secundaria y abastece a presión a todos los hidrantes de la red de riego. El cultivo predominante de la zona será la alfalfa.
El regadío social de Ara está incluido en el Plan Nacional de Regadíos Horizonte 2008. La puesta en funcionamiento de esta obra es la tercera transformación concluida de Regadíos Sociales de la Comunidad Autónoma. La Comunidad de Regantes Cruz Alta de Ainzón impulsó el primer regadío social en una superficie de 827 hectáreas. En el municipio zaragozano de Quinto se realizó la segunda obra, con 1.234 hectáreas.
Además, está previsto que concluya a finales de año la transformación de la zona de regadío social de La Fueva Norte, en Huesca, con una superficie de 130 hectáreas.
Los regadíos sociales incorporan criterios ambientales en la gestión de las zonas de regadíos con el fin de evitar la degradación de las tierras, favorecer la recuperación de acuíferos y espacios naturales valiosos, proteger la biodiversidad y los paisajes rurales y reducir los procesos de desertificación.
Además, contribuyen a vertebrar el territorio evitando o reduciendo los procesos de pérdida de población, abandono y envejecimiento de las zonas rurales.