JACA (HUESCA), 15 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los Savall actuarán mañana, miércoles 16 de agosto, en la localidad altoaragonesa de Jaca con motivo del XV Festival Internacional del Camino de Santiago.
Du temps & de l'instant (Del tiempo y del instante), el programa que presentará en Jaca y que da título al disco de los Savall es realmente un álbum de familia el que nos ofrecen los Savall-Figueras.
Del canto de Montserrat Figueras y de la palabra musical paternal, Arianna y Ferrán han sabido recoger la esencia más preciosa y los dos mezclan, con espontaneidad, la voz y el instrumento. Sus músicas nos llevan a través del tiempo y del espacio, desde el siglo X a nuestros días, de España al Oriente pasando por Grecia, con un modo de andar novedoso, estableciendo puentes entre los géneros, las épocas, las generaciones, las tradiciones.
El repertorio reunido puede entenderse como una especie de puente: 'puente entre las músicas de Oriente y Occidente, entre obras cultas y populares, entre músicas antiguas y actuales, entre diferentes generaciones de los propios intérpretes y, también, entre intérpretes y público'.
Aquí los diferentes siglos y territorios geográficos dialogan, se mezclan e integran con singular armonía, generando un espacio espiritual que hunde inmateriales raíces en el suelo de muchas civilizaciones.
De este modo se alternan canciones tradicionales afganas (Nastaran), israelíes (Noumi, noumi yaldatii), bretonas (Variaciones sobre O sonjal Gwerz Breton), sefardíes (Paxarico tu te llamas, de Sarajevo, o Durme, hermosa donzella, de Rodas), griegas (Apo xeno meros), marroquíes (Ghazali tal jàhri) o catalanas (La cançó del lladre y El cant del ocells) con composiciones como Cantiga de amigo V de Martin Codax (siglo XIII), Romanesca y Passamezzo de Diego Ortiz (s. XVI), Tarantela según Lucas Ruiz de Ribayaz (s. XVII), Muzettes de Marin Marais (s. XVIII), Diferencias sobre la Guaracha (México) o Sentirete una canzonetta de Tarquinio Merula.
Son piezas realmente espléndidas, de sonoridades acariciantes y acogedoras, inagotables incitadoras a la ensoñación y el ensimismamiento, interpretadas con un rigor que respeta el estilo, los cromatismos, las texturas de los diferentes contextos, pero servidas al mismo tiempo con extraordinaria frescura y expresividad, en un intento plenamente conseguido de recuperar el aroma, la atmósfera de cada momento y lugar.
De nuevo el timbre de Montserrat Figueras se transmuta en cristalinidad y la digitación de Arianna al arpa vuelve a atraparnos con su aérea delicadeza, conquistándonos la armoniosa conjunción con la voz y la tiorba del más joven, Ferrán Savall, del que cabe esperar numerosas sorpresas.
