ARANDA DE MONCAYO (ZARAGOZA), 26 (EUROPA PRESS)
Más de treinta personas participan en la localidad zaragozana de Aranda de Moncayo en la tercera edición del Curso de Música Tradicional, que se celebra durante dos semanas en este municipio y que finalizará el próximo día 4 de agosto con un concierto en el que participarán los alumnos y profesores del curso.
El grupo Lahiez es el encargado de impartir las clases de este curso que organiza el Departamento de Cultura, Turismo y Juventud de la Comarca del Aranda. En el mismo, se realiza una introducción a la música y los instrumentos tradicionales, según indicaron fuentes comarcales a Europa Press.
Cada alumno puede elegir un instrumento o varios que le interesen, en función del tiempo que quiera dedicarle a cada uno durante el curso. Entre los instrumentos que se estudian en el curso se encuentran la flauta dulce, la flauta travesera, la flauta irlandesa, el laúd, la bandurria, la mandolina, el violín, el acordeón diatónico, el acordeón de teclas, la concertina, la armónica, la dulzaina, la gaita, y los instrumentos de percusión.
Las clases se imparten en grupos por edades y niveles, se intenta tocar el máximo de horas posible y se establece un pequeño repertorio para ello. Además, se dan clases teóricas sobre los instrumentos y la música tradicional. Al finalizar el curso, los alumnos y los profesores ofrecen un concierto para todos los vecinos de Aranda de Moncayo.
GRUPO LAHIEZ
El grupo Lahiez viene realizando desde hace mas de quince años cursos en verano de música tradicional, cerca de 16 de ellos en Daroca, 14 en Lanaja-Cantalobos-Orillena, 10 en Monreal del Campo, 3 en Borobia, y otros tantos en Veruela, Tarazona, La cartuja de Monegros, y Alcubierre, entre otras localidades. A través de estos cursos se han introducido un importante número de niños y adultos en el mundo de la música.
El sistema de enseñanza se basa en aprender a tocar uno o mas instrumentos de forma amena y divertida, y pudiendo servir como introducción o iniciación para despertar un interés, que en muchas ocasiones deriva en una afición de mayor envergadura.
Así, muchos de los alumnos han pasado a escuelas de música, conservatorios, bandas o grupos de música tradicional y aquellos que no se han decidido a hacerlo, al menos han enriquecido de una manera notoria sus conocimientos y cultura musical.