Los asturianos que trabajan en una mina de Mauritania vivieron "con plena tranquilidad" el golpe militar

Actualizado: viernes, 8 agosto 2008 20:05

OVIEDO, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los cuatro asturianos que trabajan en la mina de oro de la empresa Red Back Mining del grupo Lundin ubicada en la localidad de Tasiast (Mauritania) vivieron "con plena tranquilidad" el golpe militar que se produjo el miércoles en el país. Así lo manifestó hoy a Europa Press el ingeniero Sergio Arena, de 28 años y natural de Villaviciosa.

Arena explicó que en un primer momento quedaron un poco sorprendidos ante la noticia, pero que enseguida la población local les tranquilizó desde el primer momento. "No es algo que nos extrañase, una vez que conoces el país", afirmó Arena.

El ingeniero asturiano explicó además que en ningún momento tuvo problemas para comunicarse con su familia durante estos días y que la actividad en la mina ha seguido con "total normalidad, no hemos notado nada".

"Estábamos todos trabajando por la mañana y alguien dijo que había habido un golpe de estado, pero si no nos dicen nada, ni nos enteramos", comentó Sergio Arena, que añadió que en ningún momento peligró su seguridad.

Relató que los golpes de estado en Mauritania parecen "pacíficos", como el que ocurrió en 2005. A este respecto, señaló que los habitantes locales le dijeron desde el principio que el ejército que había dado el golpe era "el mismo" que había puesto en el poder al presidente Sidi Uld Sheij Abadalahi. "Al parecer, y tras un cierto tiempo, viendo que no comulgaban con sus ideas han decidido que haya otra vez elecciones", señaló.

Preguntado por si esos habitantes locales habían mostrado alguna preocupación acerca del golpe militar, Sergio Arena dijo que fue más bien al contrario. "Nos dijeron desde el principio que no nos preocupásemos en absoluto", afirmó el asturiano, que añadió que algunos llegan a decir que las cosas pueden ir incluso a mejor.

Además de Sergio Arena, trabaja en Tasisat para Red Back Mining el también asturiano Nicolás García. Los otros dos trabajadores, Abel y Carlos, son de la empresa Sánchez y Lago que hacía de subcontrata hasta hace aproximadamente un mes y cuya maquinaria ha sido ya adquirida por Lundin.