La Plataforma de Cabueñes está "sorprendida" de que muchas de sus preguntas no hayan sido admitidas por el juez
GIJÓN, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
El ex arquitecto jefe municipal Ovidio Blanco compró en 1992 la finca la Llosina a Hoyant para que su mujer "plantara flores", y posteriormente se la revendió porque el gerente, Horacio Costales, se lo pidió como favor porque iba a presentar un recurso contra el PGOU y no quería que se viera "perjudicado", por su responsabilidad en urbanismo. Posteriormente, Costales le revendió la finca a Blanco ya que era suya anteriormente y se la había vendido como favor.
Éste es el motivo de la compraventa de los terrenos en Cabueñes, por los que obtuvieron unas plusvalías de 600.000 euros, que relataron hoy Ovidio Blanco y su mujer durante las cuatro horas que duró el interrogatorio en el Juzgado de Instrucción número 5 de Gijón, explicaron a Europa Press fuentes cercanas al caso.
Asimismo, Blanco, según las mismas fuentes, reconoció que en principio sólo conocía a Costales debido a su profesión como arquitecto jefe municipal, aunque después la relación de amistad fue creciendo.
También apuntó que su mujer quería una finca para plantar flores y que le había preguntado a Costales, del que sabía que se dedicaba a la compraventa de terrenos, si conocía alguna. Posteriormente, el gerente de Hoyant le indicó que había comprobado una parcela en Cabueñes -la Llosona--, de la que le podía dar "un trocito".
Hecha esta transacción, de la que no consta la forma de pago sino simplemente figura que Hoyant reconoce haber recibido el mismo, la mujer plantó unos cerezos, pero al no estar cerrada la finca, se los comieron unos caballos.
La mujer perdió el interés por la finca y unos años más tarde, en 1998, Costales pidió a Blanco que le revendiera la parcela por el motivo del recurso contra el PGOU, ya que quería que las fincas fueran urbanizables. Como el terreno llevaba unos años sin utilizarse, Blanco se lo revendió.
Pasado un tiempo, Costales le "devolvió" la finca a Blanco a cambio de una cantidad pequeña de dinero --algo más de 8.400 euros-- pese a que había ganado el recurso y el terreno era urbanizable, ya que el ex arquitecto jefe municipal se la había revendido en 1998 como un favor que le pidió.
Sería en 2004 cuando Blanco, ya en excedencia del Ayuntamiento, vendió la misma finca a Reyal Urbis, una de las promotoras del terreno, a través de una opción de compra, con la obtención de una plusvalía de 600.000 euros.
Además, la mujer de Blanco declaró durante el interrogatorio que cuando volvieron a vender a Hoyant la finca ya no se acordaba ni de que tenían esa parcela. Asimismo, indicó que no habían cerrado la finca en su día por el alto precio. María Piedad Rodríguez se quejó también ante el juez del "acoso" de la prensa y el que se les tratara como "delincuentes".
Los integrantes de la Plataforma contra el Muro de Cabueñes, por su parte, están "sorprendidos" de que se muchas de sus preguntas no hayan sido admitidas a trámite por el juez instructor. Tampoco se aceptaron algunas del PP, que ejerce también la acción popular.
Fuentes cercanas a la Plataforma, indicaron a Europa Press que todavía deben evaluar las casi cuatro horas de interrogatorio realizado a Blanco, en calidad de imputado, y a su mujer, en calidad de testigo. Asimismo, las mismas fuentes aseguraron que prefieren llevar un "discreto segundo plano" respecto al desarrollo del procedimiento y la finalización de los interrogatorios, para no influir en otros testimonios.
Cabe recordar que mañana declarará el gerente de Hoyant. También falta por determinar la fecha de la declaración del arquitecto encargado del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), Luis Felipe Teixidor.
Asimismo, señalaron que el testimonio de Blanco fue una repetición o matización de las preguntas realizadas durante el proceso administrativo llevado a cabo por el Ayuntamiento, cuyo expediente está en suspensión a la espera de una resolución judicial.
Por su lado, el abogado de Blanco, Luis Tuero, reiteró a Europa Press que su cliente lo "explicó todo" durante una declaración que fue "muy larga". "Estaba totalmente tranquilo y deseoso de haberlo contado todo". Además, aseguró que ninguna de las preguntas les pilló por sorpresa.
Asimismo, apuntó que una vez finalizados los interrogatorios, el juez deberá indicar si ve indicios de delito y qué cargos imputa, para dar traslado después a la Fiscalía y a las acusaciones y que hagan sus calificaciones, y por último a la defensa.
En cuanto la declaración de Teixidor, en declaraciones a Europa Press el arquitecto aseguró que nadie le preguntó "si podía ir o no a Gijón" a testificar. "A mí personalmente la citación no me ha llegado, supongo que lo hará algún día de estos", añadió. En principio, Teixidor declarará en Madrid, ciudad donde reside, aunque no hay una fecha para ello.
