Una persona con diversidad funcional que inicia terapia con caballos gracias a la Fundación Kocina en Gijón - FUNDACIÓN KOCINA
GIJÓN 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Eduardo Kocina ha puesto en marcha este mes de noviembre una nueva edición de su programa de equinoterapia en Gijón. Las sesiones, que se desarrollan semanalmente en las instalaciones del Complejo Deportivo de las Mestas, mantienen su enfoque individualizado, orientado a la intervención física, cognitiva y emocional en personas con discapacidad. Financiado con el apoyo del Ayuntamiento de Gijón, cada sesión se adapta a las necesidades funcionales de los usuarios, con un diseño técnico elaborado por profesionales de la Fundación en colaboración con la Escuela Chas.
Este curso Jonathan, Odón, Libertad, Josu y Ángel, han comenzado su proceso terapéutico en contacto directo con los caballos y bajo la supervisión de un equipo multidisciplinar. Marisol Mesa, directora de la Fundación Eduardo Kocina, subraya que "no consideramos la equinoterapia un recurso complementario, sino una herramienta terapéutica con resultados objetivables. Lo vemos en pequeños gestos que evidencian progreso: Jonathan se tranquiliza al acariciar al caballo, Libertad sostiene el equilibrio con más seguridad, y Josu, antes retraído, ha comenzado a comunicarse de forma más espontánea".
La intervención se estructura mediante una metodología interdisciplinar que integra fisioterapia, estimulación sensorial, habilidades sociales y psicomotricidad, en un entorno natural propicio para la vinculación afectiva con el animal. Las actividades incluyen ejercicios de monta adaptada, trabajo pie a tierra y tareas de cuidado, orientadas a reforzar la autonomía, la atención y la coordinación motora.
La terapeuta ecuestre Ketty Vives, con más de dos décadas de experiencia en intervenciones asistidas con caballos, dirige las sesiones y coordina el diseño terapéutico. Además de su labor directa con los participantes, imparte formación específica a los equipos colaboradores y a los familiares, con el objetivo de ampliar el alcance del trabajo realizado en pista.
"El caballo no emite juicios, reacciona a lo que percibe. Es una herramienta terapéutica muy precisa, porque activa respuestas motoras y emocionales de forma natural. Nuestro papel es acompañar y facilitar ese proceso sin imponer metas rígidas", señala Vives. Esta iniciativa se enmarca en la línea de acción social de la entidad, que prioriza proyectos de intervención directa en personas con necesidades específicas.
Con sede en Gijón, la organización promueve desde sus inicios programas orientados al fomento de la autonomía personal, la mejora de la funcionalidad y el fortalecimiento de redes de apoyo. "Nuestro compromiso es ofrecer recursos eficaces, gestionados con rigor. La equinoterapia exige profesionalidad, formación y evaluación constante. Es una intervención seria, basada en evidencia y centrada en la persona", afirma Mesa.
Durante el curso 2025-2026, el programa se desarrollará en grupos reducidos, con seguimiento individualizado y evaluación periódica de los objetivos planteados. La selección de los participantes ha sido realizada por el equipo técnico en función de criterios funcionales y terapéuticos. El equipo está integrado por técnicos en equitación terapéutica, psicólogos, fisioterapeutas y personal voluntario especializado, en coordinación permanente con las familias. Además de la intervención directa, la Fundación ha intensificado la colaboración con centros educativos, asociaciones de familias y servicios sociales, con el fin de facilitar el acceso al programa y ampliar su impacto social.