El lavianés acusado de disparar a un guardia civil en Tapia acepta 1 año y 6 meses de prisión

Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 21:56
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OVIEDO, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Un hombre, vecino de Pola de Laviana, que responde a las iniciales S.M.F., de 34 años, ha aceptado la pena de un año y seis meses de prisión por herir a un agente de la Benemérita en un tiroteo el 12 de junio de 2009 en la localidad de Serantes (Tapia de Casariego), según han informado a Europa Press fuentes jurídicas.

   El juicio que se celebraba desde el lunes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo ha concluido con el acuerdo entre el acusado y la sala. Además de la pena de prisión S.M.F. deberá indemnizar al guardia civil herido en la cantidad de 25.000 euros y deberá afrontar el pago de 780 euros al Ministerio del Interior por los daños producidos al vehículo policial.

   Por su parte, unos de los dos guardia civiles también ha sido condenado por dos faltas de lesiones imprudentes al pago de 600 euros y a una indemnización de responsabilidad subsidiaria decidirá el magistrado juez. El Ministerio fiscal solicita un pago de 110.000 euros mientras que su abogado solicita un pago de 48.000 euros.

   La Fiscalía inicialmente pedía para el vecino de Pola de Lavina dos años de prisión por un delito de Atentado contra la Autoridad y un años y nueve meses de cárcel por un delito de Lesiones.

   Así mismo, la Fiscalía pedía para el Guardia Civil involucrado en el tiroteo un año y ocho meses por dos delitos de Lesiones Imprudentes.

LOS HECHOS

   El tiroteo sucedió la tarde del 12 de junio de 2009 después de que la Guardia Civil recibiera una llamada de una gasolinera de Vegadeo alertando de que el conductor de una furgoneta blanca se había dado a la fuga tras repostar 45,84 euros.

   La Benemérita alertó a las patrullas de seguridad ciudadana una de las cuales, del puesto de Tapia, identificó a la furgoneta en la Nacional 634, a la altura del kilómetro 541, en el municipio de Tapia de Casariego.

   Cuando uno de los agentes trató de identificar al conductor, este puso su vehículo en marcha colisionando con el coche patrulla al intentar darse a la fuga. A partir de ahí se inició un forcejeo entre el conductor y uno de los agentes y se produjeron varias detonaciones producto de las cuales resultó herido el guardia civil y el conductor de la furgoneta.

DECLARACIONES EN EL JUZGADO

   El agente manifestó en su momento ante la juez de Castropol que, cuando se produjeron los hechos, salió del coche y cargó el arma, para luego cogerla con la mano izquierda, ya que en la derecha llevaba la defensa, con la que golpeó al conductor en las rodillas, ya que se había abalanzado contra los otros guardias que estaban interviniendo. "Fue en ese momento cuando se debió de disparar el arma, porque yo no tenía el dedo en el gatillo", apuntó el agente en su declaración.

   José Carlos Botas, el abogado del vecino de Pola de Laviana interceptado tras fugarse de una gasolinera sin pagar, indicó que la declaración del guardia "no se sostiene", ya que duda de que el agente no llevase el dedo en el gatillo al empuñar el arma.

   El agente declaró también que tan sólo se escucharon dos disparos, uno, el que hirió al sospechoso y al compañero de la Guardia Civil. El segundo disparo lo realizó otro guardia -intervinieron cuatro- y fue dirigido contra la cuneta, con el arma del agente herido.

   La juez de Castropol solicitó la comparecencia del guardia tras conocer un informe de balística que sostiene que el lavianés S. M. F., de 31 años, el conductor que fue interceptado, "no fue el responsable de herir al agente", según Botas.

   El informe refleja la ausencia de pólvora en la mano del lavianés, que presentaba dos orificios, posiblemente de entrada y de salida, por un mismo disparo. Según balística, el disparo se produjo en contacto directo con el cuerpo, es decir, a escasa distancia.

   S.M.F. sostuvo, en su declaración en el Juzgado de Castropol, que "en ningún momento tocó a los guardias civiles", y que le dispararon por la espalda cuando estaba hablando con los agentes. "En ese instante, los guardias le gritaron que se tirara al suelo e, incluso, le golpearon con una porra en las rodillas", apuntó el letrado.