OVIEDO 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Policía Nacional ha detenido a dos mujeres en Oviedo que pertenecían a un clan familiar rumano dedicado a la trata de blancas. La Policía busca a un hermano de la detenidas y a otro miembro de la organización que lograron escapar. Según informaron fuentes policiales, el clan tenía secuestrada en un piso a una mujer rumana a la que obligan a prostituirse.
El Grupo I de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de la Jefatura Superior de Policía de Asturias, en colaboración con el Grupo Local VII de Comisaría General de Extranjería y Documentación en Madrid, el Grupo Local de Extranjería de la Comisaría de Cornellá y la Agregaduría de Interior de la Embajada de España en Bucarest, culminaron este mes una investigación policial que se cerró con la desarticulación del clan familiar.
La investigación se inició a raíz de la declaración de una mujer de nacionalidad rumana, que consiguió escapar de la red, compuesta por tres hermanos, también rumanos, dos mujeres y un hombre, que la mantenían encerrada, agredían y obligaban a prostituirse bajo la amenaza de matar a su familia.
El día 12 de marzo, la joven escuchó una conversación entre los tres hermanos y un tercero, con el que estaban regateando el dinero por el que iban a venderla, poniéndose de acuerdo en que el "traspaso" se haría mediante la entrega de 2000 euros. Aprovechando que los cuatro estaban distraídos y que la puerta que daba acceso al exterior del domicilio sólo estaba cerrada con pestillo, logró escapar consiguiendo llamar a la Policía.
Gracias a su información, se pudo saber que la mujer había sido captada en Rumanía por el hermano de las dos mujeres, quien aprovechando que conocía a una amiga suya, a la que según él había encontrado trabajo en España en un restaurante, le propuso buscarle también trabajo en el mundo de la hostería.
Una vez en España, fue informada por este individuo de que ha contraído, por los gastos originados en el traslado, una deuda por 3.000 euros, y que si quería saldarla tendría que ejercer la prostitución, amenazándola con matar a su familia si no accedía.
La mujer fue trasladas por este hombre a Oviedo, quien la recluyó en el piso situado en el barrio de Ciudad Naranco, siendo sometida a vigilancia constante por este individuo y sus dos hermanas, del que sólo salía para ser acompañada a dos clubes de Asturias en los que era obligada a ejercer la prostitución.
Tras recabar toda la información pertinente la Brigada de Extranjería y Documentación de la Jefatura Superior de Policía de Asturias, procedió a la detención en Oviedo de una de las hermanas. La segunda había huido hasta Casltelldefels, siendo detenida por el grupo de Extranjería de Cornellá (Barcelona). Se les imputaron los delitos de de detención ilegal, relativos a la prostitución y contra los derechos de los trabajadores.
Asimismo, se efectuó un registro en el barrio Ciudad Naranco de Oviedo donde la mujer estaba detenida ilegalmente, interviniéndose documentación que está siendo estudiada y efectos de la víctima.
Por otra parte la actuación policial fue completada con una inspección en materia de extranjería y trabajo en colaboración con la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social en los dos clubs, uno ubicado en Oviedo y otro en Gijón.
En el de Gijón fueron detenidas tres personas por infracción a la Ley de extranjería, al encontrarse en situación irregular en España. En el club de Oviedo fueron detenidas nueve personas por el mismo motivo.
No debemos olvidar que el negocio del tráfico de personas genera importantes beneficios económicos, comparables a los obtenidos por otras organizaciones criminales, no en vano, se considera el tercer negocio ilegal más rentable después del de tráfico de drogas y de armas.
Con la finalidad de luchar contra estas organizaciones internaciones y que sus delitos no queden sin castigo, desde el ámbito judicial y policial se ha tratado de impulsar dos tipos de medidas.
Las primeras se encuadran dentro del ámbito jurídico. Estaríamos hablando de la aplicación de la Ley de Testigos Protegidos, que impediría que los datos de filiación de la víctima aparecieran en los atestados policiales, en el sumario y el juicio oral, así como la Excusa Exculpatoria recogida en la Ley de Extranjería, que exoneraría de responsabilidad administrativa a aquellas personas que habiendo sido víctimas de una de estas redes y reúnan una serie de requisitos podrían conseguir un permiso de residencia por circunstancias excepcionales o si lo desean ser repatriadas al país de origen.
Policialmente, la Jefatura Superior de Policía de Asturias, ha tratado de impulsar esta lucha con la creación de Grupos de Extranjería y Documentación, altamente especializados en la investigación de redes criminales nacionales e internacionales, así como la cooperación con otras instituciones del Estado, Autonómicas y Locales (Oficina Única de Extranjeros, Inspección de Trabajo, Registro Mercantil etc), con la cooperación con otros cuerpos policiales de otros países y de forma muy especial la cooperación con organizaciones no gubernamentales, las cuales proporcionan a las víctimas alojamiento, asistencia médica y psicológica.
Fruto de este empeño, el 22 de mayo del año pasado, la Jefatura Superior de Policía desarrolló una importante operación denominada "OPERACIÓN STOP" con la que se consiguió desarticular una de las redes más importantes asentadas en Asturias dedicada a la nueva esclavitud del siglo XXI.
La investigación culminó con la detención de TRECE personas, miembros de una organización criminal dedicada al tráfico de hombres y mujeres para ser explotados sexualmente y al blanqueo de dinero.
Una idea de la magnitud de la importancia de esta investigación, que duró NUEVES meses y en la que se logró la desarticulación de esta red integrada por brasileños, colombianos y españoles, es la acreditación de los cuantiosos beneficios monetarios obtenidos a través de sus actividades.
La investigación se inició a raíz de las declaraciones prestadas como "testigos protegidos" de varias víctimas que estaban siendo obligados a prostituirse y que habían conseguido escapar de la red.
Gracias a su información, se pudo saber de la existencia de un grupo delictivo formado principalmente por individuos de nacionalidad colombiana, originarios del Valle de Calí, con lazos familiares entre ellos, que se dedicarían a la introducción en España de ciudadanos extranjeros de diferentes nacionalidades principalmente de Sudamérica, para su posterior explotación sexual.
La captación se había realizado en varios países de Sudamérica. Algunas de las personas las habían convencido manifestándoles que venían a España para trabajar en una actividad regular (empleadas de hogar, camareros etc) y en otros casos, eran conscientes que trabajarían en el mundo de la prostitución, pero en unas condiciones laborales y económicas muy diferentes a las que realmente se encontraron en España.
La organización financiaba los billetes de avión así como cualquier otro gasto derivado del traslado de estas personas.
Una vez en España, miembros de la red residentes en nuestro país, las trasladaban hasta los pisos de Oviedo, donde se les comunicaba a las personas que habían sido engañadas, que su verdadera función era la de prostituirse y a las que ya lo sabían, cuales iban a ser sus verdaderas condiciones de trabajo. Comenzando aquí, el verdadero calvario de estas personas en las que prácticamente estaban secuestradas, viviendo en condiciones de absoluta miseria y hacinamiento.
La organización consiguiera importantes beneficios económicos, que le llevaron a invertir su capital en la adquisición o arrendamiento de nuevos inmuebles o locales, para disfrute de los cabecillas de la organización o para seguir utilizándolos para la prostitución.