ASTILLERO, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, y el alcalde Astillero, Carlos Cortina, inauguran este sábado, 28 de marzo, el centro cultural Boo de Guarnizo, construido por el Ayuntamiento con la colaboración económica del Ejecutivo cántabro, que financiará el 80% de los 380.000 euros que ha costado el proyecto.
Al acto han sido invitados los colectivos y entidades del municipio. Tras la inauguración a las 12 horas, por la tarde se han previsto otras actividades como una actuación para los niños a las cuatro, otra a las siete a cargo del grupo Guateque y como colofón a la jornada, una chocolatada a las 20:30 horas.
El centro cultural se ubica en una parcela que fue adquirida por el Consistorio y que se localiza muy cerca del parque de Ocre. La dotación vecinal cuenta con un salón de actos así como un espacio multiusos, entre otras dependencias.
Permitirá acoger exposiciones y muestras de todo tipo, así como charlas, conferencias y los diferentes talleres y actividades que la asociación de vecinos, así como otros colectivos del barrio, llevan a cabo periódicamente y a lo largo de todo el año. El espacio funcionará en este sentido como un lugar de encuentro y reunión para todos los vecinos, tal y como destaca el Ayuntamiento en nota de prensa.
Para el alcalde de Astillero, Carlos Cortina, esta iniciativa municipal supone "un hito para el núcleo residencial", ya que ha implicado transformar lo que era una finca sin urbanizar, en un espacio para uso y disfrute de los vecinos, ideado además de forma "funcional y moderna".
El centro se extiende sobre una única planta que está separada del exterior por un panel de vidrio que recorre el perímetro de la estructura con el fin de permitir la entrada de luz. Asimismo, las mamparas desplegables que se han planteado en el proyecto ofrecen la posibilidad de una mayor ambivalencia en el uso del espacio interior, aumentando o disminuyendo la capacidad de la sala principal en función de las necesidades de cada momento.
Además, el Ayuntamiento de Astillero ha previsto la puesta en marcha de un plan complementario con el fin de urbanizar todo el entorno para rematar así adecuadamente las obras y darle a todo el conjunto un tratamiento homogéneo. El edificio se despliega sobre una superficie de casi 500 metros cuadrados, ocupando la sala principal o general casi 300 metros cuadrados.
