AMPL.- Psicólogos del caso de Carrejo creen que el acusado sabía lo que hacía y ven "posible pero improbable" la amnesia

Actualizado: miércoles, 29 octubre 2008 16:46

El fiscal rebaja a 13 años su petición de condena, el Gobierno de Cantabria la eleva a 20 y el resto de las partes las confirman

SANTANDER, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los forenses y psicólogos que declararon hoy en el juicio contra el acusado de matar a su compañera sentimental en Carrejo coincidieron en que el procesado, Javier L.V., aun en el caso de que hubiera consumido cocaína, era consciente de sus actos y sabía lo que hacía cuando mató a Gina Calderón.

En lo que no llegaron a una conclusión unánime fue respecto a la amnesia alegada por el acusado, que asegura no recordar nada. Según algunos de ellos, esa amnesia es "posible, pero muy improbable", mientras un psicólogo propuesto por la defensa sostiene que "existe la posibilidad cierta" de que no recuerde lo sucedido.

Con estas declaraciones quedaron hoy concluidas las pruebas testificales y periciales del juicio con jurado contra Javier L.V. y los partes presentaron sus conclusiones definitivas. Mañana se retomará la vista con los informes de las partes, tras defender ya hoy el fiscal el suyo.

En su declaración, médicos forenses y psicólogos de las distintas partes constataron que el acusado tiene un consumo "crónico y elevado" de cocaína, datos confirmados además por los informes realizados por el Instituto Nacional de Toxicología, que detectaron restos de cocaína en las muestras de orina y de vello, lo que demuestra un consumo reciente (en los últimos días) y también "repetido" en el tiempo.

Lo que no permiten esclarecer esos informes es si el consumo de la droga el día de los hechos se realizó antes o después del homicidio y tampoco aclaran las muestras si hubo consumo de alcohol. El acusado asegura haber tomado varios blancos y tres whiskys el día del suceso (6 de mayo), pero las muestras de orina se tomaron el 9 de mayo y, según explicaron los peritos, en dos o tres días los restos de alcohol pueden haber desaparecido totalmente de la orina.

INTOXICACIÓN

Pese a todo ello y a haber acreditado que consume droga "desde hace bastantes años", los médicos forenses no consideran a Javier L.V. un "drogodependiente" y no han observado que haya tenido "síndrome de abstinencia". Y respecto a los efectos de ese consumo uno de los psicólogos fue tajante: "La cocaína no produce homicidas. El homicida está y la cocaína en un momento dado puede destapar al homicida".

Además, se refirieron a otros hechos que, a su juicio, constatan que el acusado era consciente de sus actos. Por ejemplo, sostienen que para escribir la nota de despedida que se encontró en la vivienda se requiere una "integridad cognitiva", ya que es "difícil" escribir con cualquier tipo de intoxicación.

También reconocieron que se pueden dar casos de psicosis tóxica asociados al consumo de drogas en los que una persona tenga alucinaciones, realice determinados actos sin darse cuenta y pierda contacto con la realidad, pero explicaron que en esos supuestos se dan también una serie de síntomas físicos que requieren tratamiento de urgencia e ingreso hospitalario. Y en este caso han descartado que existieran tales síntomas porque, a pesar de que duran varios días, no se observaron en el acusado.

Por su parte, el psicólogo de la defensa, que trabajó hace varios años para el Plan Regional de Drogas, asevera que el acusado "abusa compulsivamente de la cocaína y es un bebedor habitual de blancos, whisky y cerveza" y admite que el consumo de cocaína y alcohol, genera un estado de desinhibición y agitación pero no altera las capacidades cognitivas.

Así, apuntó que tras ese consumo la persona "sabe lo que hace perfectamente", pero matizó que existe la "posibilidad alta" de que sufra un "estrechamiento de voluntad" en el que "no le importa" lo que hace porque tiene sus impulsos "descontrolados".

AMNESIA

Según dijo, los consumidores de cocaína pueden tener "alteraciones muy graves, muy puntuales y concretas" y existe además "la posibilidad cierta" de que después no lo recuerden. Y en este caso cree que tal hipótesis puede ser "real", ya que en el incidente que tuvo el acusado con su hermana y su cuñado hace diez años también asegura no recordar lo que ocurrió y, en aquel caso, el psicólogo subrayó que el acusado no tendría por qué tener ningún interés en "fingir" la amnesia.

En cambio, los demás forenses y psicólogos cuestionan la posibilidad de la amnesia y, aunque reconocen que "podría ser posible", consideran que es "muy improbable". "Es un episodio amnésico muy concreto, no podemos decir que no fue así, pero no encontramos clínicamente" ninguna patología "ni crónica ni aguda" que cause esa "laguna de memoria". "No nos encaja", indicaron.

SANGRE Y FIBRAS

Otras de las cuestiones que se analizaron en la sesión de hoy del juicio fueron los resultados del Instituto Nacional de Toxicología en relación a las muestras de sangre tomadas en la ropa y uñas de la víctima, así como las fibras halladas también bajo las uñas. Respecto a las fibras, se han encontrado distintos tipos que no concuerdan con las ropas que llevaba la víctima pero, sin embargo, no se compararon con la ropa del procesado.

Y en cuanto a la sangre, se identificó sangre del supuesto agresor en el sujetador y camiseta de la mujer, así como bajo las uñas de una mano. En torno a este asunto, la defensa intentó constatar con los médicos forenses si las heridas que tenía el acusado podrían ajustarse a las propias de una agresión, cuestión que no descartaron las forenses, aunque en su informe se declinan por la idea de autolesiones, cuestión que garantizan en el caso de las heridas existentes en la cara interna de las muñecas.

CONCLUSIONES E INFORMES

En la presentación de conclusiones, el Fiscal se ratificó en que se trata de un homicidio, pero admitió la atenuante de reparación del daño, ya que el acusado ha ingresado 33.000 euros para hacer frente a las posibles indemnizaciones que se fijen para los familiares de la víctima. Por ello, ha rebajado su petición de condena de los 14 años solicitados inicialmente a 13 años.

Por su parte, la acusación particular y la aboga del Estado elevaron a definitivas sus conclusiones iniciales, que tipifican los hechos como asesinato, y reclaman 25 años de cárcel. También lo califica como asesinato la letrada del Gobierno de Cantabria, aunque inicialmente lo consideró homicidio, y por ello eleva su petición de 14 a 20 años.

En cuanto a la defensa, mantiene sus conclusiones, en las que pedía la absolución o, en su caso, una condena de cinco años por homicidio, pero pide que se incluya en las atenuantes la reparación del daño y, no sólo el consumo de cocaína, sino también la ingesta de alcohol.

QUE NO SE TOLERE MÁS

En su informe, el fiscal consideró que en el homicidio de Gina Calderón no hubo ensañamiento ni alevosía y, además, opinó que no estaba "premeditado" por el acusado, sino que pudo surgir una discusión por la decisión de la mujer de marcharse a Torrelavega y, en ese momento, por la "desinhibición" inducida por la droga, la mató, pero siendo "consciente" de lo que hacía.

"Una persona enajenada, absolutamente ida, sale a la calle y golpea a más gente, no se queda en casa esperando que llegue la Guardia Civil", afirmó el fiscal quien considera al acusado consciente de lo sucedido y tachó de "reprobable" que el procesado pretenda "echar la culpa" a la cocaína para "obtener beneficio".

Según dijo, el consumo de droga es el "refugio habitual de los delincuentes", pero advirtió de que "no es un cheque en blanco para delinquir", máxime cuando en este caso se alega un antecedente con otro incidente con su familia en Vitoria diez años atrás. "Si lo de Vitoria fue así, se tenía que haber sometido a tratamiento. Sólo deja de drogarse ahora, cuando ya es tarde. Ya se le toleró una vez. Creo que es bastante para que no se le tolere más", sentenció.