Gioconda Belli "enfrenta" a Adán y Eva con un mundo lleno de catástrofes en 'El infinito en la palma de la mano'

En la novela la autora nicaragüense crea los perfiles del hombre y la mujer en un momento en el que no hay roles

Europa Press Cantabria
Actualizado: jueves, 6 marzo 2008 17:01

SANTANDER, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -

La escritora nicaragüense Gioconda Belli "enfrenta" en su último libro, 'El infinito en la palma de la mano', a Adán y Eva con un mundo recién creado y lleno de catástrofes pero desde una consciencia desarrollada.

El libro trata, por tanto, de "ponerse en el lugar" de estos personajes bíblicos tras su expulsión del Paraíso, dos seres adultos que tienen su conocimiento filosófico más desarrollado que el práctico, y que deben enfrentarse a un sinfín de situaciones nuevas como la muerte.

Este es el argumento a partir del cual se estructura la novela, Premio Biblioteca Breve 2008, y que según confesó Belli, en la rueda de prensa previa a su participación en la 'Tribuna Literaria' que organiza la Obra Social de Caja Cantabria, constituyó un reto porque trata de "descubrir lo desconocido dentro de una historia tan conocida" como el relato bíblico del origen del mundo y la creación del hombre y la mujer.

'El infinito en la palma de la mano' discurre en un tono poético, el tono "más apropiado" para el momento de la Historia que se está relatando, y conjuga referencias religiosas recopiladas de escritos apócrifos como los 'Grandes libros secretos' con invenciones propias de la escritora nicaragüense.

"Mi Eva es una Eva que come el fruto prohibido de forma consciente porque se da cuente de que así va a empezar la especie, a partir del conocimiento y uso de su libertad", explicó Belli respecto a este personaje que "ocasionó el fin del paraíso terrenal". "Se da cuenta de que le ponen una trampa y la desafía", apostilló.

Entre sus aportaciones al relato, la autora nicaragüense destaca el hecho de que Adán y Eva son conscientes de que su vida ya no es eterna sino que tiene fin, una idea contra la que se revelan, o que tienen que matar para sobrevivir. Igualmente, los protagonistas, tras morder el fruto prohibido --que en esta versión es un higo en lugar de una manzana--, se muestran aterrados a la hora de comer a pesar de estar "muertos de hambre". A lo largo de la novela se van creando los perfiles del hombre y la mujer en un momento en el que no hay roles, destacó Belli.

Además del reto narrativo que implica "manejar la sabiduría" de Adán y Eva, la autora tuvo que cuidar, a lo largo del libro, que el tono poético no impidiera la fluidez narrativa combinando, además, este tono con la sencillez y la frescura del lenguaje propias de un relato sobre el origen del mundo.

Menos complicado resultó para la escritora realizar descripciones de la naturaleza o abordar dificultades de la vida "quizá", manifestó, por ser de Nicaragua, un país, tal y como apuntó, con muchas dificultades. Además de constantes presentes en el continente americano, Belli incluye a lo largo de las páginas del libro aspectos de su pasado y reflexiones propias. Así Belli, que participó en la Revolución sandinista, confesó sentirse "tentada" de escribir una novela política.

ESTÍMULO.

A su entender, el premio que ha recibido constituye un "estímulo grande" para autores que se acercan a la literatura de forma diferente y arriesgada.

Respecto a su participación en la Tribuna Literaria que organiza la Obra Social de Caja Cantabria, Belli consideró que con iniciativas como estas se contribuye a la difusión y promoción de la lectura, sobre todo entre los jóvenes, en una época "asediada" por medios como Internet. Al respecto, la escritora mostró su preocupación porque en este "periodo electrónico" el tiempo que se dedica a la atención es "cada vez más corto" mientras que los libros necesitan una reflexión mayor.

Gioconda Belli es autora de una obra poética de reconocido prestigio internacional, por la que ha recibido el Premio Mariano Fiallos Gil, el Premio Casa de las Américas, el Premio Internacional Generación del 27 y el Premio Internacional Ciudad de Melilla.

Su primera novela, 'La mujer habitada' (1988), ha sido traducida a once idiomas con "enorme éxito", especialmente en Italia o Alemania, donde ha superado el millón de lectores en veinticinco ediciones y ha obtenido el Premio de los Bibliotecarios, Editores y Libreros a la Novela Política de 1989 y el Premio Anna Seghers de la Academia de las Artes.

También es autora de las novelas 'Sofía de los presagios' (1990), 'Waslala' (1996; 'Seix Barral', 2006) y 'El pergamino de la seducción' (Seix Barral, 2005), y 'El país bajo mi piel' (2001), sus memorias durante el periodo sandinista.

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