Tribunales.- El Ayuntamiento de Laredo deberá pagar unos 72.000 € a un vecino por no actuar contra los ruidos de un bar

Actualizado: miércoles, 13 agosto 2008 15:57

SANTANDER, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Laredo deberá indemnizar con alrededor de 72.000 euros a un vecino por los daños morales y las alteraciones psiquiátricas que sufre como consecuencia de los ruidos de un bar ubicado bajo su vivienda, ya que el Ayuntamiento no adoptó medidas para evitarlos pese a las denuncias del ciudadano.

La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) ha condenado al Consistorio a pagar a este vecino 24,617 euros diarios desde la fecha de la primera denuncia y hasta que cesen definitivamente en su vivienda los ruidos procedentes del local.

Desde la primera denuncia (del 12 de diciembre de 2001) hasta la fecha de la sentencia (el 24 de julio de este año) la cuantía supera ya los 67.800 euros, a la que el TSJC añade además otros 4.134 euros en concepto de secuelas. Asimismo, el Ayuntamiento deberá abonar los intereses correspondientes desde la misma fecha.

La sentencia, conocida hoy, estima así en parte un recurso promovido por el afectado, al que el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Santander ya reconoció en noviembre de 2007 una indemnización de 6.000 euros, al tiempo que condenó al Ayuntamiento a adoptar las medidas necesarias para asegurar la "total ausencia" de ruidos en la vivienda procedentes del local.

Sin embargo, el hombre recurrió ante el TSJC reclamando 90.000 euros y, finalmente, la sala ha estimado en parte sus argumentos y ha revisado la indemnización.

Según se explica en la sentencia, el denunciante residía en una vivienda de la localidad junto a sus padres, hoy ya fallecidos, y durante años se vio sometido a niveles de ruidos de 47,2 decibelios, cuando el máximo permitido por la ordenanza municipal es de 30 decibelios. La situación era tal que llegó a dormir en su barca de pescadores.

El TSJC incide además en la "prolongación" de la situación, ya que hasta el momento "no consta" que la actividad del bar haya cesado en sus inmisiones acústicas y el Ayuntamiento "se limita a señalar que se han realizado de nuevo mediciones".

Como consecuencia de esa continuada exposición al ruido, el hombre sufre un trastorno adaptativo crónico, con alteración de las emociones y el comportamiento, que se traduce en síntomas emocionales de tipo depresivo, otros de tipo ansioso y síntomas comportamentales. Para el TSJC, estas consecuencias representan no sólo un daño moral, sino también físico, ya que atentan contra su integridad física en el orden psiquiátrico.