SANTANDER, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las nuevas tecnologías y la digitalización de contenidos abren un abanico de oportunidades y nuevos nichos de negocio para el sector editorial que reclama una adecuación de la normativa sobre propiedad intelectual en la que se reconozca el papel del editor como creador, según las conclusiones del XXIV Encuentro sobre la Edición que se ha clausurado hoy en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Durante los tres días que ha durado el encuentro, los participantes han dejado claro que el sector del libro no solo no tiene miedo a las nuevas tecnologías sino que las ha incorporado masivamente, utiliza los nuevos canales de distribución y de acceso a los lectores, confía en que los nuevos soportes digitales abran nuevas perspectivas de negocio y ensaya nuevos contenidos editoriales para llegar a nuevos nichos de negocio.
Los editores también han expresado su preocupación ante las malas prácticas que "impunemente" realizan algunas empresas multinacionales que aprovechan las nuevas tecnologías de manera agresiva, causando un enorme daño a la edición y a los autores, evitando remunerar el trabajo de estos bajo la falsa creencia de la gratuidad de los productos culturales.
En el encuentro sobre 'Las nuevas formas de edición y su incidencia en los derechos de autores y editores' que se ha celebrado en Santander, se han debatido las nuevas formas de presentación de los contenidos, desde el libro electrónico a la edición en teléfonos móviles o PDAs, su reutilización por los editores o los problemas de organización de los contenidos digitales, que requieren plataformas de tecnología muy avanzada y procedimientos de trabajo muy detallados.
Los autores también han sido protagonistas en este seminario, porque también para ellos se abre un nuevo escenario de posibilidades para darse a conocer fuera de los circuitos tradicionales, autoeditando sus obras sin excesivos costes y pudiendo llegar al gran público gracias a Internet, incluso haciendo partícipes a los lectores del desarrollo de la obra con sus comentarios y obteniendo críticas inmediatas con el concepto web 2.0.
Tanto autores como editores comparten una preocupación común: la incertidumbre que produce la copia fácil de sus obras a la que se añade el problema de cómo controlar las ventas o la distribución de contenidos.
En este complejo contexto ha irrumpido con mucha fuerza en todo el mundo el movimiento 'open access', que aboga por hacer accesible, de forma gratuita, información científica o académica, eliminando los derechos de autores y editores y que fue objeto de debate en la última mesa redonda del curso.
En esta mesa, moderada por Ofelia Grande, directora de Ediciones Siruela, han intervenido Antonio Vázquez, director de Relaciones con Universidades de Universia España, Antonio Ariño, vicerrector de la Universidad de Valencia y David de Ugarte, director de la colección Planta 29 de Ediciones del Cobre intervinieron.
Es por todo ello que en el encuentro, los editores han insistido y urgido a las autoridades a revisar a fondo la legislación en materia de propiedad intelectual ya que consideran que el editor se ha convertido en un gestor de contenidos y por tanto en creador y es necesario que vea mínimamente compensada su inversión del mismo modo que se hace con otros sectores culturales.
En España, la industria editorial mueve anualmente cerca de 4.000 millones de euros, un 0,7% del PIB, y da empleo, directo e indirecto a más de 30.000 personas. Las 836 empresas editoriales agrupadas en la FGEE representan cerca del 95% del sector y a lo largo de 2007 editaron casi 358 millones de libros y más de 70.500 títulos con una tirada media por ejemplar de más de 5.070.