Innova.- El Gobierno regional apuesta por la depuración mediante procesos naturales basados en macrofitas

Actualizado: lunes, 16 noviembre 2009 19:57

CUENCA, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha escogido la depuradora que da servicio a Campillo de Altobuey, en Cuenca, para incorporar a su sistema convencional de depuración un procedimiento experimental para estudiar la rentabilidad y la eficacia del uso de plantas acuáticas en el tratamiento de aguas residuales.

El consejero de Ordenación del Territorio y Vivienda, Julián Sánchez Pingaron, inauguró hoy las depuradoras que tratarán las aguas residuales de los municipios de Iniesta, Graja de Iniesta, Castillejo de Iniesta, Almodóvar del Pinar y Campillo de Altobuey, en la provincia de Cuenca, con una inversión de 4,8 millones de euros.

Lo novedoso de estas plantas es que son las primeras que, financiadas por el Gobierno regional, utilizan las plantas macrofitas, es decir un proceso natural sostenible, para regenerar el agua residual.

En líneas muy generales este proceso de depuración mediante macrofitas, se basa en la propiedad de este tipo de plantas acuáticas para eliminar, por absorción, la carga contaminante del agua que entra en la depuradora.

Las instalaciones están preparadas para dar servicio a una población equivalente a los 22.000 habitantes, pudiendo tratar diariamente los 3.400 metros cúbicos de agua residual.

El objetivo de la investigación que se va a llevar a cabo es comprobar la capacidad de las macrofitas para, por una parte, eliminar los fangos obtenidos a través del sistema convencional de aireación prolongada y, por otra, estudiar su eficacia en la eliminación de aguas con elevada carga contaminante.

DOS BALSAS

Para ello, y de manera experimental, se han construido en la depuradora dos balsas, con una superficie de 600 metros cuadrados cada una, que contienen las plantas macrofitas. En una de las balsas se tratarán los fangos producidos por la propia depuradora de Campillo y, la otra, recibe el agua procedente de la industria cárnica con el objetivo de analizar la eficacia de las plantas en el proceso de depuración de este tipo de vertidos altamente contaminados.

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha encargado a la Consejería de Ordenación del Territorio y Vivienda este proyecto de investigación a base de filtros naturales, debido a que si se obtienen resultados positivos, se abaratarían considerablemente los costes de explotación de las instalaciones sin que merme la calidad del agua regeneradas.

El Gobierno regional apuesta, con la instalación de este nuevo grupo de depuración, por desarrollar este tipo de tratamientos en la depuración que no sólo depura el agua, sino que la regenera, minimiza los olores, reduce los fangos generados y tiene resultados idénticos a los de una estación depuradora convencional.

Hasta ahora, son ya 135 millones los que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha licitado en la provincia de Cuenca para la construcción de depuradoras. Una vez ejecutado el plan de inversiones en depuración previsto para esta provincia, todos los municipios de más de 500 habitantes contarán con un sistema de tratamiento de aguas residuales urbanas adecuado a sus necesidades.