TOLEDO, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
La directora general de Salud Pública, Berta Hernández, confirmó hoy que los servicios de inspección de la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha inmovilizaron un total de 78.331 unidades de distintos productos procedentes de China, que contenían leche o productos lácteos susceptibles de contener melanina, en 25 establecimientos de las provincias de Albacete, Ciudad Real y Toledo.
En su comparecencia en las Cortes regionales para informar de este asunto, tal y como había solicitado el PP, Hernández detalló que en la Comunidad Autónoma, desde el viernes 26 de septiembre, se inspeccionaron 585 establecimientos, aunque sólo en 25 de ellos se encontraron productos susceptibles de contener melanina.
De las 78.331 unidades inmovilizadas, 77.000 lo fueron en un almacén de la provincia de Toledo y el resto en comercios minoristas. Sanidad envió muestras de estos productos para su análisis --se tomaron muestran documentales, de identidad, y físicas-- y, como indicó Hernández, todos los productos inmovilizados se retendrán hasta tener los resultados de los controles.
Todos los productos que no tengan un margen de seguridad "serán destruidos" y no se permitirá volver al mercado a ningún producto que no tenga garantías que es inocuo.
No obstante, Hernández recordó que, según los expertos, habría que consumir muchos productos contaminados para que esto ocasionara algún riesgo para la salud, por lo que lo ocurrido en la UE y en Castilla-La Mancha "no tiene nada que ver con lo que ha ocurrido en Asia", y respecto a la información ofrecida declaró que, en los distintos dispositivos que la Administración regional tiene a disposición de los consumidores, no se ha registrado "ni una sola pregunta" sobre este tema.
Finalmente, Berta Hernández defendió que, en torno a este asunto, la Administración regional "ha actuado con eficacia, rapidez, seriedad" y de forma "muy rigurosa", poniendo en marcha las medidas necesarias para retirar los productos que existiesen en el mercado regional tras conocer, por parte de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, el posible riesgo que podría haber.
Igualmente, recalcó la necesidad de "no alarmar a la población", y añadió que Castilla-La Mancha actuó "atajando el problema" incluso "casi antes de que se presentara" y de que se activase la red de alerta. En este mismo sentido, la directora general precisó que el sistema actual es "fiable y consolidado" para garantizar "el máximo rigor y toda la confianza".
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Desde el Partido Popular, su portavoz en materia sanitaria, Carmen Casero, que criticó que no acudiese a informar de este asunto el titular de Salud y Bienestar Social, Fernando Lamata, lamentó la falta de información ofrecida por parte de la Junta tanto a la oposición como a los consumidores y asociaciones de consumidores, y se interesó por las medidas que se van a tomar para que "no vuelva a ocurrir lo que ha ocurrido".
En este punto, y remarcando la necesidad de reforzar los sistemas de información --según detalló Hernández la Junta colgó un comunicado sobre este asunto el día 2 de octubre en su página web-- pidió que ese refuerzo llegue "sobre todo" a las pequeñas localidades, a las que también debe llegar, a juicio de Casero, la red de alerta de productos tanto no alimentarios como alimentarios.
Por su parte, el portavoz de Sanidad del PSOE, Jesús Fernández Vaquero, que respondió al PP que Castilla-La Mancha pudiera ser la única región "donde se está informando de este asunto", recriminó a los 'populares', a los que pidió "prudencia", que cuando se produce una alerta sanitaria como esta "en vez de echar tierra y estar calladitos, intentan echar gasolina y avivar el fuego".