En la operación 'Zarzamora' han sido detenidas nueve personas a las que se atribuyen una veintena de robos con violencia
MADRID/TOLEDO, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
Una organización criminal dedicada al robo de viviendas ha sido desarticulada por la Guardia Civil en la denominada operación 'Zarzamora' justo cuando planeaba la comisión de un nuevo asalto en una casa de Murcia en cuyo interior se encontraba un matrimonio en compañía de sus hijos.
La operación, desarrollada en Toledo, Murcia, Alicante y Madrid, se ha saldado con la detención de nueve personas --cuatro españoles, un ruso, un alemán, un venezolano, un ecuatoriano y un colombiano-- integrantes de una organización especializada en robos con violencia e intimidación en viviendas habitadas y detención ilegal de sus moradores.
A los detenidos se les imputan los delitos de asociación ilícita, detención ilegal, robos con violencia e intimidación y con fuerza, tenencia ilícita de armas y contra la salud pública, entre otros, esclareciéndose hasta el momento más de una veintena de hechos delictivos.
Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de septiembre a raíz de un robo cometido con violencia e intimidación en una vivienda de la provincia de Toledo, en el que, tras amenazar, maniatar y amordazar a los moradores, los asaltantes se apoderaron de gran cantidad de joyas, dinero en efectivo y otros objetos de valor.
Las investigaciones se centraron sobre un grupo de personas asentadas en Madrid, averiguándose que alguna de estas personas tenía diversos antecedentes policiales y judiciales por robos violentos en domicilios. El dispositivo de vigilancia establecido permitió averiguar además que estas personas a diario se desplazaban por todo el territorio nacional adoptando importantes medidas de seguridad para buscar posibles objetivos.
La red, que estaba perfectamente estructurada y jerarquizada, contaba con un líder que planificaba y coordinaba la actividad delictiva de los grupos. Asimismo, para tener bajo control a la red, contaba con el apoyo de dos lugartenientes, uno en Alicante y otro en Madrid.
Estas personas eran los encargados de localizar los domicilios susceptibles de ser robados, así como de obtener los datos para la comisión de los asaltos a las viviendas en las que fuera necesario el empleo de la violencia e intimidación sobre sus moradores.
Una vez obtenidos los datos sobre las viviendas o personas que tuvieran en su poder importantes cantidades de dinero, joyas u otro tipo de bienes de gran valor, el líder captaba en gimnasios al personal para cometer los robos, principalmente por su gran musculatura y envergadura corporal.
Los miembros de la organización disponían de conocimientos técnicos en electrónica, neutralizando los sistemas de alarma y accesos blindados a las viviendas donde cometían los robos.
Durante los asaltos a las viviendas, los autores utilizaban pasamontañas, guantes, ropa de camuflaje y armas de fuego con las que intimidaban a las víctimas, a las que amenazaban, maniataban y amordazaban, hasta conseguir el dinero u objetos de valor que se hallasen en la vivienda.
Al ir a cometer el hecho delictivo, el jefe proveía al resto del grupo de las armas y elementos necesarios para la comisión del mismo, retirándoselos posteriormente una vez finalizado el asalto.
Tras la identificación y localización de todos los integrantes de la red, se puso en marcha la fase final de la operación, precipitándose su ejecución al detectar los agentes que parte de los integrantes de la organización tenían planificada la comisión de un asalto a una vivienda, en cuyo interior se encontraba un matrimonio en compañía de sus hijos.
TRES PISTOLAS Y UNA KATANA
Los detenidos en Murcia, en el momento en el que se disponían a entrar en un domicilio en cuyo interior se encontraban sus moradores son los españoles J.F.C. de 28 años, J.S.C de 29 años y M.R.G.C de 27 años, el ruso R.N de 25 años y el alemán D.B de 29 años.
Posteriormente en Madrid fueron detenidos F.J.A.O colombiano de 32 años, F.G.R español de 30 años, E.F.G.H ecuatoriano de 38 años y H.A.R venezolano de 26 años.
En la operación se han realizado 6 registros domiciliarios, en las localidades murcianas de Molina de Segura y Sangonera la Seca, en la alicantina de Torrevieja, dos en Madrid capital y otro en la localidad madrileña de Alcalá de Henares.
En total, se han intervenido tres pistolas, un inmovilizador eléctrico, varias defensas policiales y una katana, una placa y carné del Cuerpo Nacional de Policía y dos fundas de chalecos de la Guardia Civil. Además la Policía ha hallado varios pasamontañas, bridas y cinta para amordazar así como herramientas para el robo, gran cantidad de joyas y relojes procedentes de robos, material informático y electrónico procedente de robos, cinco balanzas de precisión, nueve kilogramos de precursores, 18 gramos de cocaína, 200 gramos de hachís y 125 gramos de marihuana.
