La exposición del Museo del Teatro en el Festival de Almagro devuelve a la mujer su protagonismo en el teatro

Europa Press Castilla-La Mancha
Actualizado: jueves, 26 junio 2008 22:58

CIUDAD REAL, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -

Dentro de la línea temática que ya marca el eslogan del XXXI Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, "Yo soy clásica", el Museo Nacional del Teatro ha apostado este año por una exposición central en la iglesia de San Agustín a través de la que se corrige una deuda pendiente con la mujer y le devuelve el protagonismo que merece dentro del mundo del teatro. Se trata de la muestra "De la cazuela a la escena: Tres siglos de mujeres del teatro" que se inauguró con la asistencia del ministro de Cultura, Cesar Antonio Molina, el presidente regional, José María Barreda, la consejera de Cultura, Soledad Herrero; y el alcalde de la localidad, Luis Maldonado, entre otras autoridades.

Según explicó a Europa Press el director del Museo Nacional del Teatro, Andrés Peláez, a lo largo de las más de un centenar de piezas que integran la exposición, se hace un recorrido por las diversas facetas que ha desarrollado la mujer en el teatro, no sólo como actriz, "ya que en España las mujeres tenían permitido actuar, a diferencia de otros países, y el primer contrato de una mujer del que se tiene constancia es del siglo XVI", sino además como empresaria, escritora, mecenas, como público, como inspiración, en forma de musa, o como protección a través de la advocación de Nuestra Señora de la Novena.

"El Museo Nacional del Teatro quiere rendir homenaje a todas y cada una de estas mujeres responsables de la construcción de la identidad femenina actual porque, gracias a ellas hoy somos, no sólo lo que somos, sino también lo que queremos ser", apuntó Peláez.

La muestra arranca precisamente a partir de la imagen de Nuestra Señora de la Novena, aunque su advocación original era la Virgen del Silencio, y cuya devoción surge a partir de un milagro que realizó acaecido a Catalina Flores en 1624, cuando se encontraba tullida, tras unas fiebres tifoideas que contrajo en Ocaña, y dedicó una novena a la Virgen del Silencio, que se veneraba en Madrid en un humilladero en la calle del León esquina Santa María, produciéndose la curación el día nueve.

A partir de hay, se recupera el papel de la mujer como mecenas a través de mujeres como la infanta Isabel de Borbón, "La Chata" o la actriz y cantante Lucrecia Arana, "que creó un premio que se sigue dando hoy en día en la Real Escuela Superior de Arte Dramático a los dos mejores alumnos de cada promoción", añadió Peláez.

Retratos, libros, esculturas, manuscritos originales y objetos personales, sirven para recordar a estas mujeres en su faceta de autora teatral, como es el caso de Emilia Pardo Bazán, la hija de Lope de Vega, Marcela, Sor Juana Inés de la Cruz, María Martínez Sierra o Elena Fortún, entre otras. "No obstante, no hay tampoco demasiadas obras teatrales escritas por mujeres que se hayan llevado a escena, quizá porque escribían un teatro más encaminado a la lectura que a la representación", aclaró a Europa Press el director del Museo Nacional del Teatro.

Y dentro de las múltiples facetas desarrolladas por la mujer en el mundo del teatro, quizá donde su presencia ha sido menor, aunque también la hay, es en el de la escenografía. "Esto se debe a que los estudios de escenografía se iniciaron muy tarde, y entonces quienes se encargaban de pintar los decorados y los telones eran pintores, un arte en el que no había apenas mujeres", señaló Andrés Peláez. Sin embargo, la mayor representante en esta área es Victorina Durán, la primera mujer que obtuvo el título de profesora de escenografía y perspectiva y de quien se pueden contemplar varios figurines de 1935 para El hombre deshabitado de Rafael Alberti para Margarita Xirgu.

LAS LÍRICAS Y LAS CÓMICAS.

La exposición continúa su recorrido hasta llegar a las líricas, recordando a algunas como María Felicia García Sitjes "La Malibrán" o Lorenza Correas, mientras que cómicas como María Ladvenant, La Caramba, La Tirana y Rita Luna protagonizan otra parte de la muestra, y, en el caso de la danza y el folclore, no faltan grandes mujeres como Pastora Imperio, Estrellita Castro o Antonia Mercé, "La Argentina".

Y en su continuo avance por seguir formando parte del mundo del teatro, también hubo mujeres que se convirtieron en grandes empresarias o directoras. Tal es el caso de María Ladvenant; María Álvarez Pugau,; la directora Enriqueta de Palma; o la propia María Guerrero. Finalmente, la presencia de la mujer como espectadora marcó también la arquitectura de distintas épocas, como se refleja en la muestra, ya que se crean nuevos espacios como los 'boudoir' o tocadores, los saloncillos, los palcos o las cazuelas de las mujeres.

Cierran la muestra cinco vestidos entre los que, además del de María Guerrero, se encuentra un diseño de Jeanne Lanvin, cuyos trajes han sido expuestos en el Metropolitan de Nueva York, utilizado por Catalina Bárcena en 1920; otro de Antonia Mercé firmado por el pintor Néstor de la Torre; o el que Nuria Espert lució en Doña Rosita la soltera y que es idéntico al de Margarita Xirgu. "Es decir, en vestuario sólo exhibimos cinco trajes, pero son cinco joyas", indicó a Europa Press el director del Museo Nacional del Teatro.

El 99% de los objetos exhibidos en esta muestra son propiedad del Museo Nacional del Teatro, "ya que sólo hay un libro de 1803 de María Ladvenant, que es mío y que, a partir de ahora, va a pasar también a pertenecer a los fondos del centro museístico", señaló Andrés Peláez, quien agregó que, además, el 90% de las piezas no se había expuesto nunca, "con lo que se suma la satisfacción de seguir dando a conocer nuestros fondos".

Estuvieron también presentes en la inauguración de la muestra el director del Festival de Almagro, Emilio Hernández; el director del INAEM; el director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, Eduardo Vasco, y la presidenta de la Comisión de Cultura en el Congreso de los Diputados, Clementina Díez de Baldeón.

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