Confía en que De la Vega escuche a los regantes de todas las regiones con "prudencia" antes de tomar una decisión TOLEDO, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente primero del Gobierno de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, aseguró hoy que con el trasvase Tajo-Segura debe suceder "algo parecido" a la paralización de la derivación de agua a Barcelona al no ser ésta necesaria tras las lluvias, insistiendo en que la región "siempre estará ahí" cuando "haya necesidad de agua para beber".
Además, confió en que la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, escuche hoy a los regantes de Murcia, en la reunión que mantendrá con los miembros del Comité de Crisis de los Regantes del Tajo-Segura, pero también que "mantenga una posición de prudencia, y antes de tomar una decisión, escuche las posiciones de otras regiones, sobre todo Castilla-La Mancha, que al ser la cuenca cedente tiene preferencia sobre el agua".
En declaraciones a los medios, Lamata aseguró que María Teresa Fernández de la Vega es una persona "con una capacidad grande de analizar los problemas, por lo que confiamos que el Gobierno de España tenga en cuenta las necesidades de todos los españoles".
En este sentido, añadió que "los regantes murcianos tienen sus problemas y dificultades, pero desde luego, Castilla-La Mancha también tiene sus problemas y dificultades", explicando que el agua del río Tajo "no puede ser la solución a los problemas de los regantes murcianos. "Eso ya lo saben ellos, nosotros y la vicepresidenta del Gobierno", agregó.
Asimismo, subrayó que puede ser excepcionalmente una solución para el abastecimiento de las poblaciones, "y mientras haya necesidad de agua para beber, Castilla-La Mancha va a estar ahí como ha estado siempre, con generosidad y justicia hacia todos los que no tengan agua para beber", poniendo el ejemplo reciente el 'minitrasvase' a Barcelona, "y cuando se ha visto que había agua suficiente, se ha paralizado". "Algo parecido debe ocurrir con el trasvase Tajo-Segura", afirmó.
La alternativa más estable y de largo plazo, señaló Lamata, "son las desaladoras" con las que, cuando tengan agua suficiente, "que eso será antes de 2015", ya no será necesario trasferir ese agua para el abastecimiento humano.
Por otro lado está el agua para regadío, "que tiene que tener otras soluciones y alternativas", a través de procesos de reorientación y adaptación al agua, "que es lo que nosotros hacemos, por ejemplo, en el Alto Guadiana", concluyó.
