TOLEDO, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
El PP de Castilla-La Mancha considera "absolutamente" demostrado el engaño al que ha sometido estos últimos años el presidente regional, José María Barreda, a los castellano-manchegos tras acordar con la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, que el Pacto nacional por el Agua siga apostando por el trasvase Tajo-Segura, a la vez que contempla la derogación del Ebro.
Para la portavoz del PP castellano-manchego, Carmen Riolobos, "Barreda ha traicionado a la región pues mientras dice y utiliza dinero público en propaganda para mentir sobre el fin del trasvase del Tajo a la cuenca del Segura, pacta con el Gobierno central seguir con la misma situación actual de transferencias de agua al Levante español cargándose la única alternativa viable --el trasvase del Ebro-- para deshipotecar el trasvase desde los embalses de cabecera del río Tajo", informó el PP en un comunicado.
El Partido Popular de Castilla-La Mancha, muy preocupado por las engaños permanentes de los socialistas de la región, exigió a Barreda que no engañe más a los castellano-manchegos en relación al trasvase Tajo-Segura y que explique cómo afectará a la política hidráulica regional y al Estatuto de Autonomía, el nuevo "Pacto del Agua" anunciado por Espinosa que abre las puertas a nuevos trasvases y rechaza únicamente el trasvase del Ebro.
La ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino declaró que "hablar de trasvases no significa hablar única y exclusivamente del trasvase del Ebro que está clara y rotundamente derogado" en dos ocasiones la primera cuando se derogó el Plan Hidrológico nacional en el 2004 y la segunda en el Consejo de Ministros de 6 de junio de 2008.
Según Carmen Riolobos, Espinosa y Barreda muestran una clara preferencia y defensa de las posiciones de las catalanes y aragoneses, derogando el trasvase del Ebro a demanda y manteniendo "sine die" el del Tajo al Segura y, además, dejando abierta la posibilidad de nuevos trasvases, "interconexiones", que podrían interpretarse como una puerta abierta a nuevos trasvases, esta vez, desde el Tajo Medio, tal y como contempla un proyecto que guarda con celo el ejecutivo socialista y que conoce desde hace tiempo Barreda.