TOLEDO, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
La secretaria general de la Federación de Servicios Públicos (FPS) de UGT Castilla-La Mancha, María del Carmen Campoy, lamentó hoy la política "regresiva" que pretende introducir la Unión Europea (UE) con la aprobación del pasado 10 de junio de una directiva sobre el tiempo del trabajo por la que se pretende la ampliación de la jornada laboral a 65 horas semanales frente al máximo de 48 actuales.
Esta nueva directiva supone que los estados miembros puedan modificar su legislación y permite que los trabajadores alcancen acuerdos individuales con los empresarios al margen de las negociaciones colectivas, "lo que sitúa al trabajador en una situación muy vulnerable frente al empresario", señaló Campoy en rueda de prensa.
Según aclaró, la jornada laboral de 48 horas semanales y la existencia de periodos de descanso semanal, diurno y nocturno, "costó mucho esfuerzo y fue una conquista muy grande para los derechos de los trabajadores en consonancia con la reivindicación de un trabajo que permitiera vivir dignamente y sin riesgos para la salud", argumentó.
Por lo que esta nueva directiva, continuó, borra "de un plumazo" el derecho al descanso de los trabajadores e introduce definiciones "aberrantes" del tiempo del trabajo, a lo que añadió que UGT considera que la nueva directiva representa una pérdida de derechos de los trabajadores y las trabajadoras.
"Rechazamos enérgicamente el cambio que se pretende introducir en la directiva de trabajo al suponer un retroceso que convierte el derecho laboral europeo en materia de usar y tirar, sentando un peligroso precedente que luego se puede aplicar a los salarios o las condiciones de salud laboral", añadió.
Asimismo, aseguró que esta nueva directiva posibilita, junto con la Directiva Bolkestein sobre liberalización de los servicios, que cualquier empresa con sede en países con menor regulación laboral puedan trasladar a sus trabajadores a España sin que las normas especificas vigentes en el marco legal español tengan que ser cumplidas y se puedan sortear los convenios colectivos laborales.
Por todo ello, Campoy manifestó que UGT defiende la compatibilidad de la vida laboral y familiar y que no va a permitir la "esclavitud" de los trabajadores y las trabajadoras a través del aumento de la jornada laboral ya que "Europa no puede ser únicamente un espacio económico, sino que debe ser el espacio de los valores y los derechos", concluyó Campoy.
