Argüello llama a los fieles a "renovar y profundizar la fe" en el triduo Pascual

El Arzobispo De Valladolid, Luis Argüello, En Una Carta Pastoral
El Arzobispo De Valladolid, Luis Argüello, En Una Carta Pastoral - ARCHIDIÓCESIS DE VALLADOLID
Actualizado: sábado, 19 abril 2025 13:07

   VALLADOLID, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

   El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha hecho un llamamiento a los fieles para "profundizar la condición de bautizados y participar en la pasión, muerte y resurrección de Cristo", en un tiempo de reflexión que invita a "renovar y profundizar la fe" durante este triduo Pascual.

   Argüello ha destacado cómo, a través del Bautismo, "los cristianos son llamados a compartir la misma travesía de Cristo" y vivir su resurrección.

   El prelado vallisoletano, en su carta pastoral de abril, ha recodado que la Pascua no solo celebra "la victoria sobre la muerte", sino también "la obediencia total de Cristo al plan del Padre".

   "Jesucristo, el Hijo obediente que quiso tomar nuestra misma carne, pisar nuestra misma tierra y caminar en nuestra misma historia", ha destacado el arzobispo, al recordar las palabras de Jesús en Getsemaní. "Padre, si es posible pase de mí este cáliz, pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres."

EL "SIERVO SUFRIENTE"

   En este contexto, Argüello ha enfatizado la figura de Cristo como el "Siervo sufriente" anunciado por el profeta Isaías, quien, a pesar de ser desfigurado por el dolor y el sufrimiento, se ofrece por la humanidad.

    "Resucita el que es Siervo sufriente", ha señalado el arzobispo al explicar que Jesús, al dar su vida por los hombres, transformó la cruz en una "fuente permanente de luz", lo que "ayuda a descubrir el verdadero significado de la salvación".

   El arzobispo también ha destacado cómo la resurrección de Cristo permite a los cristianos dar un nuevo significado al sufrimiento humano.

   En relación con el contexto anterior, Argüello ha mencionado en este mensaje que la cruz es "un símbolo de la entrega y del amor fraterno", un recordatorio de que, "aunque el sufrimiento forma parte de nuestra existencia, también es un medio para vivir la obediencia y la entrega a los demás".

EL CORDERO INOCENTE: PASTOR Y GUÍA DE LOS FIELES

   Otro punto importante en su reflexión es la figura de Cristo como el "Cordero inocente", quien, en su sacrificio, "quita el pecado del mundo y libera a la humanidad de la esclavitud del pecado y la muerte".

    "Resucitado de entre los muertos, ahora el Cordero inocente es el Pastor bueno", ha afirmado el arzobispo mientras eplica que "Cristo guía a los creyentes a través de las adversidades de la vida, lo que lleva incluso a los más perdidos hacia fuentes tranquilas".

    En su mensaje, Argüello ha resaltado que, "al seguir al Resucitado, los cristianos encuentran esperanza y fortaleza para afrontar las dificultades y los enemigos de la vida, como los miedos, las injusticias y los sufrimientos cotidianos".

LA ESPERANZA EN LA RESURRECCIÓN

   El arzobispo también ha recordado en su misiva a los fieles que "la resurrección de Cristo abre un camino de vida nueva, una vida marcada por la obediencia, la entrega y el amor por los demás".

    Para Argüello, resucitar con Cristo "no es solo un acto de fe, sino una invitación a vivir una nueva forma de vida, donde la autonomía y la libertad se encuentran en la obediencia al plan divino".

    En este sentido, ha destacado que el Resucitado se convierte en "nuestro Cirineo", el que ayuda a llevar "nuestras cruces diarias y a darles un nuevo significado".

   En el marco del Año Santo "Peregrinos de Esperanza", el arzobispo ha invitado a todos los cristianos a vivir este tiempo de Pascua como un periodo de renovación espiritual y hace un llamamiento a los fieles para "abrazar la esperanza que Cristo ofrece".

   Asímismo, el arzobispo ha subrayado que esta fecha es "una ocasión para profundizar en la vida de fe y experimentar la reconciliación, el perdón y la misericordia de Dios".

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