SALAMANCA, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los trabajos de derribo de las dos últimas casas de la Muralla de Salamanca se han iniciado esta mañana ante la atenta mirada del alcalde de Salamanca, Julián Lanzarote, y el concejal de Fomento, Salvador Cruz.
Los dos representantes municipales han querido estar presentes en el comienzo de unos trabajos que se prolongarán durante un mes y que darán paso posteriormente al proyecto de acondicionamiento de la zona.
Julián Lanzarote ha reconocido que el proyecto es "una vieja aspiración" y "el mejor colofón para el final del mandato" del equipo de Gobierno que sirve para "recuperar una de las entradas a la ciudad más bellas de Europa".
Por su parte, Cruz ha señalado que tras "un devenir largo y costoso", que según sus datos ha sido de unos cinco millones de euros "principalmente" por las indemnizaciones a los vecinos de los inmuebles afectados, se va a "recuperar" la muralla.
DEMOLICIÓN
En concreto, la empresa Majofer, adjudicataria de los trabajos, ha iniciado las labores previas a la demolición de las casas situadas en los números 31 y 35 del Paseo Rector Esperabé.
Una vez concluidos los trabajos de demolición, con un presupuesto de unos 82.000 euros, el Ayuntamiento de Salamanca tiene previsto ejecutar un proyecto de urbanización que conllevará "un importante cambio" en una de las principales entradas a la ciudad de Salamanca.
ACONDICIONAMIENTO
El proyecto contempla el acondicionamiento de la intersección de la Puerta de San Pablo y la remodelación del Paseo Rector Esperabé gracias a un presupuesto base de licitación de 562.182 euros.
El proyecto establece la construcción de una glorieta de dos carriles, con 9,5 metros de anchura y un diámetro de 18 metros, entre la calle San Pablo, avenida Reyes de España y Paseo Rector Esperabé. Esta nueva infraestructura dará "fluidez al tráfico" y "mejorará la seguridad tanto de los peatones como de los conductores".
En la avenida de Reyes de España y el puente Enrique Esteban se modificará el tráfico rodado, ya que el sentido de circulación será únicamente de salida de la ciudad, ha apuntado Salvador Cruz.
Respecto al espacio que ocupaban las edificaciones anexas a la muralla, el Ayuntamiento de Salamanca procederá a continuar el diseño iniciado en la calle San Pablo.
Está previsto, igualmente, un murete de piedra de Villamayor rematado con una serie de almenas que tengan un efecto tanto estético como funcional. En el espacio entre este murete y la muralla se creará un talud de pendiente variable que se ajardinará.
El proyecto contempla, además, la remodelación de la urbanización del Paseo Rector Esperabé, entre el Arroyo de Santo Domingo y la calle de San Nicolás.
