Se conforma con un año y diez meses de cárcel el joven detenido en Valladolid con 'coca' y hachís en el calcetín

VALLADOLID 25 May. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Valladolid ha condenado hoy a una pena de un año y diez meses de cárcel, junto con el pago de una multa de 500 euros, al ciudadano de origen marroquí, El M.C, después de que éste se reconociera autor de un delito de tráfico de drogas cometido en febrero de 2009 y se conformara con la referida pena, frente a los tres años de privación de libertad que inicialmente pedía para él la acusación pública.

El acuerdo entre el fiscal y la defensa del procesado hicieron innecesaria la celebración del juicio, con lo que el magistrado presidente de la Sección IV de lo Penal de la Audiencia Provincial, José Luis Ruiz Romero, se limitó a anticipar 'in voce' el fallo, que además, y también de conformidad con el acusador público y el defensor, deja en suspenso la ejecución de la condena debido a que El M.C. carece de antecedentes penales y es "delincuente primario".

Sin embargo, el presidente de la sala, en declaraciones recogidas por Europa Press, recordó al condenado que dicha suspensión es por un periodo de tres años y le advirtió de que tendría que cumplir la pena íntegramente en el supuesto de que volviera a delinquir durante ese plazo de tiempo.

La sentencia establece igualmente el decomiso de las sustancias y del dinero intervenido al joven, no así del turismo Ford Mondeo de su propiedad que desde el momento de su detención había permanecido intervenido judicialmente.

El ya condenado, que en algunos momentos de la breve vista no pudo reprimir el llanto, llegó a interpelar a los magistrados, pañuelo en mano, sobre si la condena le impediría viajar a Marruecos, donde tiene previsto visitar a su familia, o desplazarse por motivos de trabajo a distintas localidades de Castilla y León, a lo que los integrantes de la sala le dieron el visto bueno.

Antes de su detención, la policía llevaba ya casi una semana antes de investigaciones al haber tenido conocimiento de que un individuo podría estar introduciendo pequeñas cantidades de drogas en los alrededores del barrio de Pajarillos.

A los pocos días se pudo identificar al individuo y averiguar dónde vivía, en concreto en un piso situado en el número 1 de la calle Lucayas. Los agentes comprobaron que realizaba muchas visitas a la Plaza de Vadillos y alrededores, por lo que los indicios apuntaban que realmente podría llevar a cabo la venta de droga.

Finalmente, en la tarde del día 7 de febrero de 2009 se montó un dispositivo policial para la detención de El M.C. Éste, sin embargo, al darse cuenta de que estaba siendo seguido por la policía emprendió la huída, por lo que agentes de paisano solicitaron refuerzos de los Grupos de Atención al Ciudadano con el fin de que no se escapara.

Después de una persecución a la carrera por las calles Padilla, San Martín y Torrecilla, los funcionarios consiguieron detenerle cuando intentaba esconder bajo un coche la sustancia que le fue intervenida, en concreto un envoltorio con siete bolsitas termoselladas que contenían 4,3 gramos de cocaína que llevaba en el calcetín izquierdo, así como una bellota con casi 10 de gramos de hachís, tres teléfonos móviles y 260 euros en efectivo.

Fuentes de la investigación precisaron entonces que si bien la sustancia intervenida "no es muy relevante", en el ámbito policial se consideró una buena operación, "puesto que este tipo de tráfico de drogas en pequeñas cantidades es muy difícil de detectar, y se ha eliminado una fuente que estaba aprovisionando a los habitantes del barrio de Pajarillos".