Descendientes de tres hermanos casados con tres hermanas se reúnen para estrechar lazos en Aranda de Duero (Burgos)

Actualizado: sábado, 14 octubre 2006 20:23

ARANDA DE DUERO (BURGOS), 14 Oct. (EUROPA PRESS) -

La localidad burgalesa de Aranda de Duero es escenario este fin de semana de un nuevo reencuentro de la familia Rubio-Simón, una saga originada en la provincia de León a raíz de sendos matrimonios entre tres hermanos de una familia y tres hermanas de otra, de cuya unión surgieron una multitud de hijos de los que continúan vivos nueve de cada enlace.

El inicio de esta gran familia se remonta a la década de los 30, en tiempos de Guerra Civil y Posguerra en los que la mala suerte trajo la muerte de los padres de los hermanos Rubio y, consigo, la gran responsabilidad para el hermano mayor de ser el "padre" de todos ellos. Con el tiempo, Agustín Rubio contrajo matrimonio con Constantina Simón, y aquí empezó todo.

"Es una familia muy curiosa que se formó un poco por casualidad, empezaron ellos y luego siguieron los hermanos", explicó María Helena Rubio Simón, hija de Agustín y Constantina en declaraciones a Europa Press.

El segundo de los enlaces tuvo a José Rubio y a Gloria Simón como protagonistas y el tercero a Fidelina y Vitorino, tal y como indicó Francisco Rubio-Simón, hijo de los primeros, debido a la conveniencia familiar. El tiempo ha terminado por reunir a la progenie de todos ellos y a las parejas que éstos han contraído.

TENÍA QUE SURGIR

Por su parte, José María Rubio Simón, hijo de Fidelina y Vitorino, explicó que esta reunión (cuya primera celebración tuvo lugar el año pasado en Calaorra) "surgió porque tenía que surgir", debido al deseo de los primos-hermanos de estar juntos, algo que, desgraciadamente, sólo ocurría en los sepelios.

"Fue muy emocionante, ves a gente que durante muchísimos años no has visto. En mi caso por ejemplo, había primos que hacía 30 años que no veía, es bonito reencontrarse; hay algunos que no han llegado todavía y no los conozco", afirmó María Helena Rubio Simón. "Una familia tan grande como ésta es una pena que se pierda, no creo que haya muchos casos en España, tres hermanos para tres hermanos ¡y con tantos hijos!, nueve cada uno, parece que lo hemos hecho a posta", subrayó.

En la primera de las reuniones, una de las integrantes de estos matrimonios originales sí pudo estar presente, algo que la emocionó, pero la única superviviente del inicio de esta saga falleció durante las fechas de Semana Santa.

Ahora, las tres ramas se han vuelto a reunir procedentes de Bilbao (matrimonio Constantina-Agustín), Barcelona (José y Gloria) y León (Fidelina y Vitorino), un total de 37 personas entre primos-hermanos y sus parejas. De hecho, la idea no surgió de un Rubio-Simón, sino del cuñado de uno de ellos y se ve que con cierto éxito. Durante este último fin de semana, han comido juntos y visitado Aranda de Duero.

AÑOS DUROS

Las circunstancias de la época a la que se refieren como los peores años de España, supuso la separación de los tres hermanos Rubio emparentadas con las tres hermanas Simón (aunque en total los hermanos Rubio eran nueve) y mientras uno de ellos permaneció en León como empleado de la aviación civil, otro emigró a Bilbao donde adquirió un caserío y continuó dedicándose al campo, mientras que el tercero fijó su residencia en Barcelona en busca de una oportunidad.

"De aquellos años poco recuerdo", manifestó en declaraciones a Europa Press Francisco Rubio Simón, hijo de José y Gloria. "En mi casa se pasó bastante mal, por ser mucha gente, los padres no te hablaban de lo que había antes, era una cosa tabú, no se hablaba de nada, así que ahora los hijos intentamos contarnos lo que no nos contaron los padres", añadió.

"Han sido toda la vida gente muy humilde, trabajadora, de campo, con los valores propios, han pasado muchas fatigas para salir adelante, eran una familia muy grande, han tenido que cuidar muchos hijos, con las dificultades de los peores años de España", remarcó María Helena Rubio Simón acerca de sus padres.

Pero a pesar de los malos tiempos, en esta familia se recuerdan buenos momentos, como los que rememoró José María Rubio Simón, acerca de las reuniones de más de 15 primos "durmiendo en un salón con colchones. Durante la comida irán surgiendo las anécdotas y vamos a conocer muchas cosas que no conocíamos de nuestros padres y tíos", confirmó.

Todos ellos reivindican con este acto, de alguna manera, un fomento de los valores familiares y de esta institución porque es algo que "se está desmoronando. Queremos juntarnos, saber que existimos y dónde estamos y, si estamos de vacaciones, saber dónde hay un primo y poder visitarlo", incidió Francisco Rubio, quien remarcó con humor que los Rubio seguirán "creando y procreando" todo lo que puedan.

Para la tercera "edición" de este encuentro, aseguran que además de los primos hermanos y sus parejas, acudirán primos más lejanos y nietos de los matrimonios que dieron lugar a esta historia de familia.