SEGOVIA, 30 Jul. (EUROPA PRESS) - Esos habitáculos van destinados fundamentalmente a las lechuzas y cernícalos, y están distribuidos de forma unifome en parcelas autorizadas por sus propietarios, en terrenos municipales, o en caceras o arroyos. En concreto, se ha apostado por aquellos espacios donde hay más posibilidades de registrarse una elevada población de topillo, como las zonas de regadío, aunque también se han ubicado en campos cerealistas, según ha informado este miércoles la Diputación de Segovia.