VALLADOLID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
La incidencia acumulada de casos de COVID-19 diagnosticados en los últimos 14 días en Castilla y León se ha situado, según los datos actualizados este jueves, en 1.110 por cada 100.000 habitantes, lo que supone un descenso del 75,9 por ciento con respecto al dato de hace justo un mes, cuando se alcanzó la tasa más alta de toda la pandemia con 4.607.
Así se observa en las cifras actualizadas este jueves, con positivos notificados hasta ayer miércoles, en la web de Datos Abiertos de la Junta de Castilla y León, consultada por Europa Press.
La incidencia acumulada a 14 días alcanzó en los datos actualizados el pasado 17 de enero el registro máximo de toda la pandemia, cuando alcanzó los 4.607 casos de COVID-19 diagnosticados por cada 100.000 habitantes. A partir de ese día, la tasa comenzó a descender, con alguna jornada de repunte, pero de manera continuada ya desde el 20 de enero.
Justo un mes después de marcar el pico de la sexta ola y de toda la pandemia, Castilla y León registra 1.110 casos por 100.000, lo que supone un descenso del 75,9 por ciento en estos 30 días. La tasa actual se sitúa ligeramente por encima que la que se daba el pasado 22 de diciembre (1.055).
De hecho, en varias provincias la tasa se sitúa ya por debajo 1.000, concretamente las de León (915), Burgos (931) y Segovia (992), lo que significa que en las últimas dos semanas ha dado positivo por COVID-19 menos del 1 por ciento de la población.
El descenso en este último mes ha sido más intenso en provincias como Burgos, donde en este periodo la tasa ha pasado de 5.801 casos por 100.000 a 931, con un descenso del 83,9 por ciento; o en Segovia, que ha pasado de 4.952 a 992, con un descenso del 80 por ciento; o León, que pasa de 4.093 a 915 (-77,6 por ciento).
En Palencia, la incidencia acumulada ha descendido al mismo ritmo que en la media de la comunidad, un 75,9 por ciento, al pasar de 4.955 casos por 100.000 el 17 de enero a 1.193 hoy; en Soria, ha pasado de 4.948 a 1.217, un 75,4 por ciento menos; en Valladolid, de 4.537 a 1.174; (-74,1 por ciento); en Zamora, de 3.694 a 1.097 (-71,6 por ciento); en Ávila, de 4.394 a 1.298 (70,4 por ciento); y en Salamanca, de 4.284 a 1.403 (-67,2 por ciento).
En cualquier caso, las cifras siguen siendo elevadas con respecto a los baremos que marca el 'semáforo COVID', ya que hasta que no baje a 500 casos por 100.000 no descenderá la consideración de nivel de riesgo, situada actualmente en 'muy alto'.
En cuanto a la incidencia acumulada semanal, el descenso a largo plazo ha sido también muy intenso, ya que alcanzó su máximo el 14 de enero, con 2.505 casos por cada 100.000 habitantes, y actualmente se queda en 433, tras un descenso del 82,7 por ciento.
Por provincias, actualmente la tasa más elevada se da en Salamanca, con 536 casos por cada 100.000 habitantes; por delante de Palencia, con 484; Ávila, con 477; Valladolid, con 462; Zamora, con 438; Segovia, con 428; Soria, con 401; Burgos, con 360; y León, con 355.
LA MITAD DE PACIENTES INGRESADOS
En cuanto a las cifras de personas con COVID-19 ingresadas en los hospitales, el máximo de esta sexta ola se alcanzó también el 17 de enero, con 999 pacientes, si bien una semana después la cifra seguía cerca de los 990.
Actualmente, el total de pacientes en los hospitales se queda en 566, justo la mitad, un 43,3 por ciento menos que el 17 de enero.
La bajada es de magnitud similar en los ingresados en planta, que han pasado de 886 a 500 (-43,6 por ciento) y en las unidades de cuidados críticos: de 113 a 66 (-41,6 por ciento).
Con ello, las tasas de ocupación se quedan en un 16,9 por ciento en el caso de las unidades de cuidados críticos (nivel de riesgo alto según los indicadores del semáforo COVID) tras llegar al 32,5 por ciento el pasado 3 de enero; y en un 8,3 por ciento en las camas de planta (nivel de riesgo medio), cuando llegó a alcanzar un 14,8 por ciento el 16 de enero.