El Ministerio Fiscal solicita para cada uno de los procesados una pena de once años
Uno de los detenidos, vecino de Palencia, asumió en su momento y exculpó al otro imputado, que reside en Cabezón (Valladolid)
VALLADOLID, 3 May. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia de Valladolid sentará el próximo día 8 de junio en el banquillo a dos hombres con iniciales P.M.M. y J.M.V.T, el primero vecino de Palencia y el segundo de la localidad vallisoletana de Cabezón de Pisuerga, que fueron detenidos el 16 de abril de 2008 en posesión de un total de ocho kilos de cocaína por valor de 600.000 euros que los acusados, según sostiene la acusación pública, habían adquirido en el norte de España, presumiblemente en Galicia, con el objeto de venderlos en Castilla y León.
En su escrito de calificación provisional de los hechos, el Ministerio Fiscal entiende que ambos acusados son autores de un delito contra la salud pública y solicita para cada uno de ellos una pena de 11 años de prisión, junto con el pago de multas por valor de 900.000 euros, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
La operación policial se produjo a raíz de las sospechas suscitadas por el elevado nivel de vida del palentino P.M.M. y porque, como en su momento explicó el subdelegado del Gobierno, Cecilio Vadillo, "hacía muchos viajes al norte de España que podrían relacionarse con la compra y venta de droga".
Así, la detención se produjo después de que el citado procesado realizara uno de estos viajes. El seguimiento lo efectuó el Grupo Antidroga de la Policía Nacional de Palencia, cuyos integrantes localizaron el día 16 de abril del pasado año a P.M.M. cuando circulaba cerca de Benavente (Zamora) a bordo de un turismo Audi A6, del que es titular una empresa del padre del otro acusado, J.M.V.T, y se dirigía a la localidad de Cabezón, donde reside este último.
Una vez en dicha localidad vallisoletana, los agentes comprobaron cómo ambos contactaban en las inmediaciones de un parque infantil y desde allí se dirigieron al chalé de J.M.V.T. Una vez allí, el palentino desmontó en presencia del otro acusado el panel de la puerta trasera izquierda del vehículo y sacó varios paquetes grandes que ambos introdujeron en la vivienda.
Poco después, siempre según la versión del fiscal, los dos sospechosos se subieron a una moto propiedad de J.M.V.T. con la que se dirigieron hacia la carretera de Valoria la Buena, momento en el que fueron interceptados. A P.M.M, que iba de paquete en la moto, la policía le ocupó parte de la mercancía en la mochila que llevaba en la espalda, mientras que el resto de la droga la halló en el vehículo Audi A6. Además, en la vivienda de J.M.V.T. los funcionarios se incautaron de una pequeña cantidad de 'coca', así como de varias plantas de cannabis sativa, unos trozos de hachís, una bolsa con recortes circulares y una balanza electrónica.
DROGA PARA 80.000 DOSIS
En el momento de la detención, P.M.M, con ocho antecedentes, dos de ellos por tráfico de drogas y seis por otras razones, reconoció que la droga era suya y exculpó al otro acusado, a quien, según dijo, pidió que le llevara en la motocicleta hasta la capital palentina sin que supiera nada de la cocaína, ocho kilos en total que podrían haber alcanzado un valor en el mercado de 600.000 euros, correspondientes a unas 80.000 dosis.
Precisamente esta versión coincide con la de la mujer de J.M.V.T, quien en declaraciones a Europa Press, explicó que su pareja es una "víctima más" de lo ocurrido y clamó por su inocencia.
La esposa del detenido, M.J.C, indicó que el único sueldo que entra en casa es el que percibe su marido por el trabajo que presta en la empresa de ferralla y construcción del padre de éste, con sede social en Santovenia de Pisuerga, y, como una prueba más de la actividad lícita del matrimonio, mantuvo que ella estaba a punto de abrir un parque infantil en Cabezón de Pisuerga.
Además, explicó que la única relación de su marido, sin antecedentes penales, con el otro detenido, de sobra conocido por la Policía Nacional, se remonta a hace tres o cuatro años debido a que este último trabajó como encofrador en la empresa constructora propiedad de su padre.
