Juzgan hoy a tres ciudadanos marroquíes por entrar en casa de un hombre, golpearle, amordazarle y robarle

Actualizado: martes, 13 marzo 2012 7:42

Fiscalía solicita para cada uno de los acusados diez años de prisión por robo con violencia, detención y legal y una falta de lesiones

VALLADOLID, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Valladolid juzga hoy a tres ciudadanos de origen marroquí, dos varones y una mujer, para quienes la Fiscalía solicita penas que en su conjunto suman treinta años de prisión por entrar en un piso y apoderarse de dinero y un teléfono móvil tras golpear y dejar atado de pies y manos al propietario.

La acusación pública considera que los hechos son constitutivos de un delito de robo con violencia, con la agravante de abuso de confianza, así como de otro de detención ilegal y una falta de lesiones y solicita para cada uno de los acusados, la joven H.H. y los varones M.E.T. y A.A, diez años de cárcel y diez días de localización permanente, junto con el pago, en concepto de responsabilidad civil, de una indemnización de 2.655 euros en favor de la víctima, F.G.C, por el dinero que les sustrajeron y de otros 190 euros por el teléfono móvil que se llevaron, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Los hechos se remontan al día 20 de octubre de 2011, cuando los tres imputados, de común acuerdo, planearon robar en el piso propiedad de la víctima situado en el número 35 del Paseo de Farnesio, aprovechando la relación de amistad que había entre éste y la joven marroquí H.H.

Así, sobre las 01.00 horas del día de autos, H.H, quien se encontraba de forma ilegal en España, llamó por teléfono al propietario del inmueble y quedó en pasarse por su casa con el propósito de hablar con él. Una vez en el piso, la mujer se ofreció a comprar bebidas y tabaco en la cafetería Bus Stop, en la calle Puente Colgante, para lo cual pidió a la víctima que le dejara abierta tanto la puerta de casa como del portal, cuando, supuestamente, tal petición obedecía a su intención de personarse poco después acompañada de los otros dos imputados.

De este modo, siguiendo el plan previamente urdido, siempre según la versión de la acusación pública, la joven y sus dos acompañantes se presentaron en la vivienda de F.G.C. y cuando éste se percató de que la primera no volvía sola trató de echar el seguro de la puerta, si bien H.H. se lo impidió tras agarrarle por el cuello. Acto seguido, los otros dos imputados propinaron una patada a la puerta de la vivienda, empujaron al morador y le dieron varios golpes.

Mientras la víctima permanecía en el suelo, los acusados la ataron de pies y manos con cinta aislante y le cubrieron también la cabeza con la misma, tapándole tanto los ojos como la boca. Fue entonces cuando, aprovechando que el propietario se hallaba a su merced, se apoderaron de 300 euros que tenía en un sobre y de otros 2.365 euros que había en otro sobre oculto en el armazón del sofá del salón, así como de un teléfono móvil.

Acto seguido, los acusados arrastraron al dueño del piso hasta una de las habitaciones y le abandonaron en ella, tras lo cual abandonaron el inmueble.

Sin embargo, diez minutos después, F.G.C, que sufrió lesiones de carácter leve, logró quitarse la cinta aislante de los pies y la que le tapaba la cabeza, salió a la calle y en la Plaza del Carmen pidió auxilio a un taxista que allí estaba y que avisó de lo ocurrido a la policía.