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Un toro y corredores durante un encierro por las calles de Tordesillas, a 13 de septiembre de 2022, en Tordesillas, Valladolid, Castilla y León (España). - Photogenic/Claudia Alba - Europa Press
Actualizado: martes, 13 septiembre 2022 16:30

   VALLADOLID, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -

   Tordesillas (Valladolid) ha vivido este martes el encierro mixto protagonizado por 'Manjar', el astado de 560 kilogramos que iba a ser lidiado según el intento de nuevas normas del torneo del Toro de la Vega que quedaron suspendidas cautelarmente por el TSJCyL, en un recorrido "tranquilo" y sin incidentes que algunos han vivido como un "sucedáneo".

   En el 'Festejo del Toro de la Vega', que se ha vuelto a celebrar después del parón de los dos años de pandemia, el astado de la ganadería 'Albarreal' y de pelaje negro mulato no podía recibir heridas con objetos punzantes después del auto del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que el pasado viernes suspendió cautelarmente las reglas con las que el Ayuntamiento de la localidad trató de crear un nuevo torneo en el que se podrían colocar divisas a 'Manjar' mediante varas o garrochas terminadas en un punzón o arpón.

   El recorrido de 'Manjar', desde el cajón situado en la calle San Antolín, ha sido tranquilo hasta llegar al puente donde ha lanzado algunos derrotes a mozos que le han citado, pero ha alcanzado muy rápido la Vega, donde sí que ha dado algún 'susto' a varios corredores que han tenido que auparse rápidamente a las talanqueras. A partir de ese punto ya podían sumarse a la marcha los caballistas, que han tratado de conducir al morlaco hasta los corrales.

SOLO ALGUNA CAÍDA DESDE LAS TALANQUERAS

   Aproximadamente 45 minutos después del inicio ha sonado en el cielo de Tordesillas la última bomba pirotécnica que anunciaba la llegada del animal a los corrales situados en la Vega después de un festejo que, en un primer balance, se ha saldado sin incidentes salvo las heridas que ha sufrido una mujer al caer desde una de las talanqueras.

   Todo ello, controlado por un amplio dispositivo de la Guardia Civil, tanto con agentes de la Comandancia de Valladolid como procedentes de otras provincias e incluso con un equipo de vigilancia con drones y también con presencia de Cruz Roja para atender posibles situaciones de emergencia con un dispositivo formado por unos 25 voluntarios. Su coordinador ha informado de que no hubo mayores percances más allá de una mujer que se lastimó al caer de una de las talanqueras.

   El público, de Tordesillas y de muchas localidades del entorno o de otras provincias, ha asistido al festejo sin incidentes aunque algunos de los aficionados reconocían que desde que no se puede alancear al toro les parece "un sucedáneo", como ha explicado Ángel, un vecino del municipio tordesillano que ha asistido como espectador junto a su mujer.

   Los aficionados han tomado posiciones desde dos horas antes del encierro tanto en el recorrido urbano por la calle Empedrada y la glorieta donde se encuentra el monumento al Toro de la Vega, como del otro lado del puente sobre el Duero y ya en la zona de campo.

   Entre los asistentes, sin incidentes reseñables, se comentaba el cierto malestar ante la última decisión del TSJCyL en respuesta a un recurso presentado por el partido animalista Pacma, y algunos han mostrado las pancartas en defensa del festejo tradicional del Toro de la Vega, que se celebró hasta el año 2015 dando muerte al astado.

   El año siguiente, en 2016, la Junta de Castilla y León prohibió la muerte de animales en público en festejos populares, por lo que a partir de ese momento y en los tres años siguientes se celebró un encierro mixto similar al de este martes, sin que el protagonista taurino pudiera recibir heridas.

   "Lo llaman encierro, pero los de Tordesillas le llamaron el Toro Vega", ha incidido Ángel, que ha lamentado que "han acabado con la esencia" del festejo, si bien ha reconocido que cuando se alanceaba al astado hubo "un poco de brutalidad" ya que cree que "en algunos años se han pasado un poco de la raya".

   El pasado mes de mayo el Ayuntamiento tordesillano aprobó una nueva reglamentación para el Torneo con la introducción de la colocación de divisas. "Lo de las divisas también era un sucedáneo que no sabían por dónde iba a salir porque si van 40 personas poniendo divisas al final el toro acaba como un farolillo. Creo que no han encontrado la solución ni la van a encontrar", ha añadido Ángel.

   Finalmente, tras ese revés judicial el Ayuntamiento tordesillano solicitó este lunes permiso a la Delegación Territorial de la Junta en Valladolid para celebrar dos encierros, uno de ellos nocturno que se desarrolló pasada la medianoche de este lunes y el 'festejo del Toro de la Vega' que se ha desarrollado por la mañana.

   El Pacma ha interpuesto denuncia contra la autorización de la Junta al encierro del Toro de la Vega de Tordesillas (Valladolid) ante "posibles incumplimientos para su autorización" como el hecho de que se haya presentado la solicitud para su celebración sin respetar el plazo mínimo de diez días naturales.

"EN NINGÚN MOMENTO SE PLANTEABA LA MUERTE"

   "Tordesillas, una vez más ha dado cuenta de que es un pueblo comprometido con las hacer cumplir las normas", ha destacado el alcalde 'popular', Miguel Ángel Oliveira, en un comunicado recogido por Europa Press, en el que ha recordado que pese a que este año se había elaborado un nuevo articulado "acorde a la ley" lamenta que "la presión popular y mediática ha llevado a su paralización" pese a que "en ningún momento se planteaba la muerte del animal en público".

   Otra vecina de Tordesillas ponía el foco en los ecologistas: "Ya no es lo que era, nos quieren quitar todo estos 'verdes'". Por otro lado, Mari Carmen, que reside en el municipio desde hace más de 30 años, prefería quedarse con lo positivo y comentaba que el encierro ha sido "muy limpio" y "lo más bonito del día de hoy", por lo que confía en que Tordesillas seguirá "adelante" y celebrará el festejo cada año "como se pueda".

   Para Rufino, que ha acudido a Tordesillas junto a su mujer y su hijo desde la localidad abulense de Rasueros, sería "más bonito" un torneo tradicional porque cree que el toro al recibir pinchazos respondía más y el recorrido hasta la Vega era más largo.

   Fernando, que es vecino de una localidad del entorno de Tordesillas, ha reclamado más apoyo a los festejos taurinos, porque lamenta que "los toros son un animal en extinción" ya que teme que "dentro de unos años no va a haber toros ni en un zoológico".

   Eso sí, este aficionado ha apuntado que para él el final que tenga el toro, con lanzadas, pinchazos o sin heridas, "da lo mismo", pues apunta que "al final va a estar muerto en cualquier matadero".

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