ÁVILA, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
La población de paloma se redujo en torno a un 35 por ciento en Ávila aunque todavía sería necesario capturar unos 2.000 pájaros más, según Carlos Bernabéu, biólogo de la empresa Arbórea, que se encarga del control de plagas urbanas en la ciudad.
El último censo elaborado cifra entre 2.085 y 3.029 las palomas y se calcula que la población "óptima" para Ávila estaría entre las 500 y 1.000. A la espera del próximo censo, que se elaborará en el mes de febrero, se cree que la población podría haberse reducido en este momento en unos 1.500 pájaros.
Sin embargo, todavía existen unos doce "puntos negros en la ciudad", según Bernabéu, quien añadió que las quejas de los vecinos son "cada vez más escasas" pero se producen siempre alrededor de esos puntos negros, "que coinciden con edificios que están en ruinas y a los que no hay posibilidad de acceder".
En este sentido, Bernabéu manifestó que "la población llega a ser tan grande que se saturan los edificios, los pichones salen fuera y empiezan a criar en el entorno". Muchos de estos lugares, según destacó, "están en estado de ruina" y en otros muchos "los propietarios no responden a nuestras peticiones para entrar a realizar capturas nocturnas, que están dando muy buenos resultados, o deniegan el acceso".
Por lo que se refiere a las grajillas, la población se redujo entre un 80 y un 90 por ciento, por lo que "se va a dejar de presionar" a esta especie, pero al mismo tiempo está apareciendo una "nueva especie invasora": la cotorrita argentina, que "crea un perjuicio económico muy grande porque arrasa huertos y frutales" y que construye nidos de gran tamaño.
Hasta ahora sólo se han detectado tres ejemplares que ya han sido capturados porque "tiene una capacidad invasora muy grande".
Y en cuanto a los estorninos, el dormidero artificial, que es el primero que se construye a nivel mundial y que se va a utilizar como una experiencia piloto, comenzó a funcionar hace un mes y medio y hasta él ya se ha conseguido atraer a unos 100 estorninos.
Sin embargo, según Bernabéu, "serían necesarios unos 2.000 para hacer de reclamo", teniendo en cuenta que la población estimada en Ávila es de unos 30.000.
Una vez se aglutine a un grupo numeroso, comenzarán a utilizarse grupos de halcones y proyecciones de luz para "tratar de crear un pánico en los parques" para atraerlos, con condiciones de temperatura, comida y reproducciones sonoras, hasta el dormidero.
