ZAMORA, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las protestas de los agricultores continúan hoy miércoles en Zamora y se han producido cortes intermitentes de la N-122 a la altura de Alcañices, según informan desde la Subdelegación del Gobierno en Zamora.
Así, las autoridades esperan que los cortes puedan seguir produciéndose en las próximas horas y, según indican fuentes oficiales, los cortes en la carretera nacional que une la capital zamorana con la frontera portuguesa se han producido al menos en una ocasión a lo largo de la mañana, con una duración de una media hora.
Los agricultores continuan en la zona y, en la capital, la situación es "mucho más tranquila" que en la jornada de ayer.
No hay tractores en las calles y se circula con total normalidad, tanto en las entradas y salidas como en el entorno urbano.
El panorama es tranquilo salvando los "puntos calientes", como el referido de la N-122, la A-6 en el entorno de Benavente o la A-62 en Castrillo de la Guareña, donde hay más vigilancia de la Guardia Civil.
APOYO DEL OBISPO DE ZAMORA
Los agricultores zamoranos han recibido en las últimas horas el apoyo del obispo de Zamora, Fernando Valera.
"Las administraciones públicas deberían posibilitar que los hombres y mujeres del campo puedan seguir desarrollando su actividad en beneficio de toda la comunidad y asegurar su relevo generacional", ha explicado el obispo.
Además, ha añadido que "este es uno de los grandes desafíos que, Dios lo quiera, debería afrontarse con políticas capaces de integrar al sector en una economía moderna, superando el asistencialismo y generando márgenes justos de beneficios en la cadena de producción y distribución de los alimentos", ha aseguradp el prelado en una carta.
"Pido a la comunidad cristiana que ore por el trabajo digno de todos, especialmente por el de los agricultores y ganaderos de nuestra provincia.
Les pido también a estos que, en medio de tanta incertidumbre, no pierdan la esperanza de ganar su sustento de una forma digna y de esta manera puedan atender a las necesidades materiales, sociales, culturales y espirituales de sus familias", concluye Valera.
