VALLADOLID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
Renfe ha transportado a casi tres millones de viajeros en sus servicios públicos en Castilla y León durante el primer semestre de 2023, lo que supone un incremento del 34 por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado.
Este incremento se traduce en 766.000 usuarios más para los servicios de Media Distancia, Cercanías Ancho Métrico y Avant, según informaron fuentes de Renfe a Europa Press.
La cifra total de viajeros de este primer semestre del año, 2.992.528, supera incluso en 32.000 el número de usuarios que usaban estos servicios en el mismo periodo de 2019, antes de la pandemia.
Este crecimiento coincide con la implementación de los abonos gratuitos para viajeros frecuentes en Cercanías, Rodalies y Media Distancia, así como la bonificación del 50 por ciento en los títulos multiviaje de los servicios Avant.
DATOS DEL PRIMER SEMESTRE
En los servicios gratuitos de Media Distancia, el número de viajeros en el primer semestre de 2023 en Castilla y León asciende a 1.265.465, lo que supone un incremento del 150 por ciento respecto al mismo periodo de 2022.
En el servicio de Cercanías Ancho Métrico, la línea León-Guardo ha registrado 73.445 viajeros en 2023, un 79 por ciento más que en el mismo periodo de 2022.
Por su parte, los servicios Avant registraron un total de 1.653.618 viajeros en Castilla y León, con un crecimiento del 97 por ciento respecto a 2022. En los trenes Avant, el corredor Valladolid-Segovia-Madrid es el que más viajeros transporta a nivel nacional, con 1,3 millones en el primer semestre de 2023, un 56 por ciento más sobre el dato de 2022.
El perfil de cliente que utiliza los servicios públicos en Castilla y León corresponde principalmente a mujeres (alrededor del 55%) trabajadoras por cuenta ajena, con estudios medios o universitarios, que se desplaza de forma recurrente por motivos laborales o por estudios; y desde la implantación de los abonos también de forma regular el fin de semana por motivos de ocio y/o familiares.
SOSTENIBILIDAD
La utilización de los trenes de servicio público de Renfe en Castilla y León ha permitido evitar el consumo de más de nueve millones de litros de gasolina, así como la emisión a la atmósfera de 28.244 toneladas de CO2 y de 132 toneladas de dióxido de nitrógeno.
