Valentín García analiza en rueda de prensa las estimaciones de la cosecha de cereal en Valladolid - EUROPA PRESS
VALLADOLID, 26 May. (EUROPA PRESS) -
La Unión de Campesinos de Valladolid ha cifrado en unos 170 millones de euros las pérdidas en la cosecha de trigo y de cebada en comparación con la campaña anterior y sólo en la provincia vallisoletana como consecuencia de las altas temperaturas del inicio del mes de mayo y de la falta de lluvias que ha caracterizado la mayor parte de la campaña en una "tormenta perfecta" ante la volatilidad del mercado mundial y las dudas sobre los precios de los inputs a cuatro meses del inicio de la próxima campaña.
Así lo ha asegurado el coordinador de la Unión de Campesinos en Valladolid, Valentín García, que se ha mostrado "preocupado" ante las perspectivas "nada halagüeñas" de la cosecha de cereal de invierno de 2022, especialmente en las zonas sur y norte de la provincia, si bien ha precisado que si lloviese en los próximos días el trigo, tradicionalmente más atrasado, tendría "todavía algo de arreglo", al igual que los guisantes, las lentejas o el girasol, para el que la llegada de agua sería "clave" ya que este año "viene pequeño".
En concreto y según los datos aportados por el coordinador de la Unión de Campesinos en Valladolid, este año se han sembrado 123.000 hectáreas de trigo en la provincia en las que se espera una reducción de la cosecha del 50 por ciento respecto al año anterior y unas pérdidas de 103 millones de euros. En el caso de la cebada, con 173.000 hectáreas sembradas, la reducción de la cosecha rondará el 40 por ciento lo que se traducirá en unas pérdidas de 67,5 millones de euros.
A esto ha añadido las pérdidas en cultivos más minoritarios y, por lo tanto, más difíciles de valorar como la avena, con 10.000 hectáreas sembradas este año; el centeno, con 7.000; las lentejas, con 8.000; las vezas, con 7.000; la colza, con 12.500, o el guisante, con 21.000 hectáreas.
Valentín García ha recordado que la campaña de cereal de invierno se ha caracterizado por un invierno "bastante seco" al que siguió un episodio de lluvias "muy importante" a finales de marzo y en abril que hizo que el campo estuviese "muy bonito", una situación que arrebató la "drástica subida de temperaturas" del mes de mayo, cuando se han llegado a alcanzar los 35 y los 36 grados, un calor que ha debilitado el grano y que se traducirá en "recortes terribles" de la producción.
García ha apuntado a un ligero adelanto de la cosecha en la zona sur de la provincia --entre doce y quince años que en 2021--, ha augurado que habrá parcelas que "ni siquiera se lleguen a segar" y ha explicado que algunos agricultores con ganadería han optado por la siega en verde "para aprovechar algo".