El uso de los nuevos anticoagulantes orales "debe homogeneizarse en todas las CCAA sin más demora", según expertos

Existen aproximadamente 135.000 pacientes anticoagulados por fibrilación auricular no valvular en Andalucía

Europa Press Castilla y León
Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 22:31

SEVILLA, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -

"La calidad del tratamiento anticoagulante no puede verse mermada a consecuencia de las diferencias regulatorias existentes en las distintas Comunidades Autónomas", según ha concluido la 'Red La salud del paciente, por delante', conformada por más de 20 expertos entre cardiólogos, neurólogos, hematólogos, médicos de familia, geriatras, farmacólogos, profesionales de enfermería, gestores y organizaciones de pacientes que, bajo el objetivo común de homogeneizar la práctica clínica y mejorar la calidad de vida de los pacientes han redactado el documento 'Por un tratamiento razonado y comprometido con el paciente anticoagulado'.

Según informa la Red, los expertos dejan patente en dicho documento la necesidad de "optimizar la innovación y el valor" que aportan los nuevos anticoagulantes orales (NACO), al tiempo que ponen de manifiesto la "pérdida de la oportunidad" que suponen los retrasos en su incorporación al tratamiento "para prevenir potenciales consecuencias en la salud de los pacientes como el ictus u otros embolismos".

En este sentido, reclaman que se reconozca "como una innovación terapéutica que aporta valor por su elevado beneficio clínico en términos de cantidad y calidad de vida" y un mayor compromiso a la hora de incorporarla de manera adecuada y progresiva "sin más demoras adicionales" a la práctica asistencial.

En Andalucía, según han explicado en un acto en Sevilla celebrado este martes, existen aproximadamente 135.000 pacientes anticoagulados por fibrilación auricular no valvular.

De ellos, aproximadamente el 33 por ciento está fuera de rango terapéutico y "tienen un mal control", explica el doctor Diego Vargas, de la Unidad de Hospitalización Polivalente del Hospital de Alta Resolución de El Toyo (Almería), responsable del grupo de Anticoagulación de la Sociedad Española de Medicina General (SEMG) y miembro de la Red.

Precisamente, la fibrilación auricular es la arritmia cardiaca más frecuente y multiplica por cinco el riesgo de sufrir un ictus, que afecta cada año a 130.000 españoles y es la primera causa de muerte entre las mujeres y la segunda entre los hombres en nuestro país.

Al respecto, el doctor Vargas destaca que, "al igual que en el resto de España, en Andalucía sólo tres de cada 10 pacientes que deberían recibir nuevos anticoagulantes orales los están recibiendo", frente a lo que destaca "la obligación moral, ética y científica de los médicos respecto a la prescripción de este tipo de medicamentos en aquellos pacientes que lo requieren".

"El tratamiento anticoagulante convencional puede reducir el riesgo de sufrir ictus hasta un 65 por ciento de los casos en las mejores series estudiadas, pero si, a pesar de la terapia, no se alcanza ese control adecuado, la probabilidad de padecer un ictus en el transcurso de un año, aumenta de un 2 al 20 por ciento en función de los factores de riesgo asociados al paciente", señala.

Asimismo, según el doctor José María Lobos, coordinador del Grupo de Enfermedades Cardiovasculares de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC) y coordinador de la Red La salud del paciente, por delante, "existe un grupo de pacientes anticoagulados, al menos un 30 por ciento de ellos, que no alcanza un control adecuado con los anticoagulantes clásicos, como el 'Sintrom' (antagonistas de la vitamina K). Hoy día tenemos disponibles nuevas opciones terapéuticas, los nuevos anticoagulantes orales (NACO), que presentan una relación beneficio-riesgo favorable en diversas condiciones clínicas en las que está indicada la anticoagulación y podrían ser la alternativa para muchos de estos pacientes".

PACIENTES PRIORITARIOS

El doctor José Ramón González Juanatey, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela y coordinador de la Red, ha explicado que este 30 por ciento hace referencia a los denominados 'pacientes prioritarios', "aquellos con alto riesgo embólico, que no están bien anticoagulados con los antagonistas de la vitamina K, y por tanto son pacientes expuestos a un mayor riesgo de sufrir graves complicaciones como ictus, ya que no están protegidos, o hemorragias con elevado riesgo vital".

Un aspecto clave para la homogeneización del tratamiento en todo el territorio nacional es definir unos criterios comunes para la toma de decisiones terapéuticas. En este sentido, el documento abunda en la necesidad de definir un método homogéneo y válido de control de la anticoagulación, aplicable de manera uniforme en todas las comunidades autónomas.

Los miembros de la 'Red La salud del paciente, por delante' identifican otros dos grupos de pacientes en los que "adicionalmente, y con carácter prioritario", deberían indicarse también los NACO. En palabras del doctor Vargas, "se trata de aquellos que han sufrido un ictus cardioembólico relacionado con la fibrilación auricular y determinados pacientes ancianos que presentan mayor riesgo de hemorragia".

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