ALCANAR (TARRAGONA), 25 (EUROPA PRESS)
El alcalde de Alcanar, Alfons Montserrat (ERC), se mostró hoy, "decepcionado y muy preocupado" por el retraso de las obras de mejora de la N-340 en la zona del Àngol en el término municipal de Alcanar (Tarragona), un "punto negro" de la red viaria en la zona, y no descartó movilizaciones para acelerar los trabajos.
Los trabajos, que se iniciaron en marzo de 2007, han experimentado un retraso por la modificación del proyecto inicial, mediante un proyecto complementario que adaptará la vía a la legislación actual y actualizará algunas cuestiones de seguridad.
Los cambios afectan al 20% del proyecto de la N-340 y, a pesar de que en un principio no tenían que afectar al global de las obras, han acabado por paralizar las obras desde hace casi un mes.
Montserrat, que durante los últimos meses ha mantenido diferentes reuniones con responsables del área de Carreteras del Ministerio de Fomento en Tarragona para acelerar las obras, se manifestó "muy preocupado" por el riesgo de accidentes que esto supone.
"Con el aumento del tráfico en los meses de verano por la N-340 y ante la paralización de unas obras que ya deberían estar casi terminadas, también se incrementará el riesgo de accidentes", advirtió, y recordó que se trata de un "punto negro que desde el año 2000 ha contabilizado unos 30 accidentes con varias personas muertas.
Desde el ayuntamiento de Alcanar estamos un poco cansados de pedir celeridad en la obra y ver que la cosa no adelanta", añadió el alcalde. "Quizá hará falta plantearnos movilizaciones, como están haciendo los compañeros de l'Aldea, que piden la variante de la N-340, para ver si así nos hacen más caso", remachó.
Montserrat recordó que en abril de 2007 el subdelegado del Gobierno, Josep Maria Abelló, anunció que se preveía que los trabajos estuvieran terminados en el periodo previsto de unos nueve meses.
Por otra parte, insistió en que el Ministerio de Fomento ya calificó "alta prioridad" las obras del punto negro del Àngol tras el accidente mortal del pasado 21 de febrero, en el que murieron cinco personas.
El alcalde confió en que no haya ningún accidente durante estos meses de verano, puesto que de ser así, recordó que "a algún responsable le tocará dar explicaciones".