BARCELONA, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
El escritor santanderino Álvaro Pombo inicia una nueva etapa literaria con el relato de aventuras 'La previa muerte del lugarteniente Aloof' (Anagrama), en el que entrelaza la historia de un profesor emérito, que compra un lote de libros en el que hay dos manuscritos, y la historia que se narra en esos textos, la de Aloof.
En rueda de prensa hoy, Pombo explicó que el "narratólogo", como llamó a ese profesor que compra los cuadernos manuscritos, vuelve al librero que se los vendió para saber donde los había adquirido, pues entre ellos había 'Voces aragonesas', de Jerónimo Borao, con curiosas anotaciones de un lector.
Con esa excusa, el 'narratólogo' pretende encontrar al autor de los cuadernos manuscritos sobre Aloof, y saber si realmente existió y qué pasó con él.
Aloof, cuya historia se escribe en cursiva para diferenciarla de la del profesor, está en un lugar indeterminado con un inglés, Lord Redkins, con el que "los paletos" están embelesados, por ser "guiri" y hacerse llamar Lord, dijo Pombo.
"Es un libro de voces" que se puede leer "en el cuarto de baño, en tres o cuatro sentadas; o en el bus. Es popular porque es portable", aseguró.
"Los viejos tendrían que ser exploradores", parafraseó a T.S. Elliot, porque "a pesar de tener las rodillas changadas" y ser "memoria viviente" deberían liberarse, consideró. "El uso de la memoria es para la liberación del futuro y del pasado", siguió recordando palabras del mismo poeta y dramaturgo norteamericano.
Avanzó que sus próximos libros irán sobre esa idea de soltar lastre para seguir adelante: 'De los viejos y los cocodrilos' tratará de la vejez, las jóvenes generaciones y de los tres estados de la vejez: prevejez, vejez (de 75 a 85 años) y transvejez (de los 85 en adelante).
"Los que nos tratan con delicadeza extrema nos tocan los cojones, con perdón. 'Viejos' nos va muy bien, como a un barrendero le gusta que le llamen 'barrendero' y no 'técnico de limpieza'", aseveró.
Los cocodrilos comparten protagonismo con los 'viejos' porque "son viejísimos, prehistóricos, y viven muchos años", además de que "hay algo de cocodriláceo" en Pombo, confesó.
Esa longevidad de las personas en el mundo de bienestar actual "afecta a la capacidad creadora de escritores y editores", consideró, porque el alargamiento de la vida activa les da la oportunidad de tener más etapas creadoras. La que ahora abre Pombo seguirá también con 'Valdemingómez', un texto autobiográfico y metafórico que coge como objeto central la depuradora de basura de una zona de Madrid.
SU MOMENTO MÁS LÚCIDO
"Tengo que liberarme de mi carácter obsesivo, del mundo infantil, y ver qué hago respecto a mi muerte y a las que me han precedido", todo para encontrar la felicidad, dijo, antes de asegurar que está en su momento más consciente y lúcido de la vida.
Confesó que nunca puede "amar del todo", cosa que aborrece a los que le rodean, así que les da besos para encontrar un término medio. "Soy un personaje un poco pa' allá", dijo con su característico sentido del humor.