BARCELONA 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un interno del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona ha aparecido ahorcado en su habitación a las tres de la madrugada de este martes, han informado a Europa Press fuentes de la Policía Nacional.
El interno, de nacionalidad armenia y de 42 años, se ahorcó utilizando los cordones de sus zapatos, en una habitación en la que estaba solo, a la que había sido trasladado tras tener una pelea con unos compañeros de su misma nacionalidad con quienes compartía habitación.
Las citadas fuentes han puntualizado que en el CIE no toman las mismas medidas preventivas que en prisiones o calabozos, como la retirada del cinturón y los zapatos, porque los internos están solamente retenidos a la espera de ser expulsados, dentro de un proceso administrativo.
A las dos de la madrugada, una vez el interno estaba en la habitación solo, pidió a los policías que le vigilaban que le dieran un cigarrillo, y lo fumó delante de ellos; una media hora más tarde les reclamó un segundo cigarrillo.
Fue entre las 3 y las 3.05 horas que los agentes, que estaban haciendo una ronda habitual que realizan cada 30 minutos aproximadamente, le encontraron ahorcado, colgado del techo.
Según las fuentes consultadas, el hombre no había mostrado en ningún momento tendencias suicidas ni estaba siendo tratado de ninguna patología o depresión.
Los policías avisaron a los servicios médicos, que no pudieron remontar al hombre, y se avisó al médico forense y al juzgado de guardia, que ha abierto diligencias.
Lo ocurrido no ha podido ser filmado porque en las habitaciones no hay cámaras de seguridad, solamente están instaladas en los pasillos.
El horario del servicio médico del CIE es de entre las 7 horas y las 22, y por la mañana están los médicos y por la tarde, enfermeras, mientras que por la noche se requiere el servicio de urgencias cuando es necesario.
12 DÍAS INTERNO
En este caso, el hombre llevaba 12 días en el CIE por orden de un juez que decretó su expulsión, evitando así el juicio que tenía pendiente por robo con violencia, tenencia ilícita de armas y tráfico de estupefacientes.
El juez pudo decretar esta medida porque la pena a la que se enfrentaba era inferior a seis años de prisión, y entra en el supuesto de "expulsiones cualificadas", han indicado fuentes policiales.
En este caso, el interno había tenido varios conflictos con otros internos y tuvo varias discusiones, y concretamente sus compañeros de habitación reclamaron este mismo lunes que le cambiaran porque les había amenazado e insultado, y temían por su integridad física.