El conseller de Salud de la Generalitat, Josep Maria Argimon, (c) junto a responsables del Hospital Clínic de Barcelona - EUROPA PRESS
BARCELONA, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Salud de la Generalitat, Josep Maria Argimon, ha abogado este viernes por aprender de las "muchas lecciones" que ha dejado la pandemia de coronavirus cuando se cumplen dos años de la detección del primer caso en Catalunya.
Lo ha dicho en declaraciones a los periodistas desde el Hospital Clínic de Barcelona, donde el 25 de febrero de 2020 ingresó con Covid-19 una mujer de 36 años de origen italiano que dio positivo tras un viaje realizado al norte de Italia.
Cree que seguramente ahora esta paciente no ingresaría en el hospital pero, en el momento de "desconocimiento e incertidumbre" de la primera ola, estaba justificado, ha dicho, y ha insistido en la idea de revisar cómo se han hecho las cosas en estos dos años.
El titular de Salud ha reconocido que otro aspecto que hubieran hecho de "forma distinta" es el protocolo de final de vida, que impidió que los familiares de las personas con Covid-19 se pudieran despedir de sus seres queridos con el objetivo de evitar contagios.
Argimon ha aclarado que con esta autocrítica no está diciendo que se actuara mal en un momento en el que se tomaban "todas las medidas posibles", pero considera que si no se hace no se puede mejorar, y ha recordado que las medidas se han ido revisando y refinando.
RECONOCIMIENTO
El conseller ha destacado el "esfuerzo" de los profesionales sanitarios que han trabajado y siguen trabajando, según él, de forma muy intensa e incluso doblando turnos para cuidar a la población en estos dos años de pandemia.
En concreto, ha reivindicado el papel de los trabajadores de salud pública, que se han ocupado del seguimiento y rastreo de contactos de casos positivos en momentos "muy complicados" con un número elevado de contagios.
COVID PERSISTENTE
Argimon también ha querido recordar a todas las personas que han perdido la vida a causa del Covid-19, así como las personas que actualmente tienen sintomatología persistente, de la que todavía no hay un tratamiento.
Así, ha abogado por trabajar para ver cómo se puede mejorar su atención a través de estudios paralelos con los que puedan determinar la prevalencia de esta patología y cifrar, así, el número de personas afectadas.