La Audiencia de Barcelona da 10 días al exprofesor del colegio Maristas para ingresar en prisión

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Archivo - El exprofesor Joaquín Benítez en el juicio del caso Maristas (ARCHIVO) - EUROPA PRESS - Archivo
Europa Press Catalunya
Publicado: lunes, 14 noviembre 2022 12:49

   BARCELONA, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Un letrado de administración de la Audiencia de Barcelona ha notificado este lunes al exprofesor del colegio Maristas Joaquín Benítez, condenado por cuatro delitos de abuso sexual a menores entre 2006 y 2009, que tiene 10 días para ingresar voluntariamente en prisión.

   Benítez ha acudido a la Audiencia de Barcelona junto a su abogado y, tras firmar la notificación, ha salido del edificio corriendo y tapando su rostro con un pasamontañas.

   Así pues, el exprofesor, condenado a 21 años y nueve meses de cárcel, entrará en prisión tres años después del juicio.

   En un auto consultado por Europa Press, la Audiencia de Barcelona declaró firme la condena a principios de noviembre tras recibir la sentencia del Tribunal Supremo (TS), que hace dos semanas desestimó los recursos que se habían presentado contra esta condena.

   El tribunal barcelonés condenó a Joaquín Benítez en abril de 2019, pero su defensa y Generali, que aseguraba a la Fundación para la que trabajaba el profesor, recurrieron la sentencia.

   Benítez está condenado por un delito continuado de abusos sexuales agravado y la sentencia fija que la entidad aseguradora del colegio es responsable civil directa y debe responder por los daños y perjuicios causados.

INDEMNIZACIONES

   La sentencia también incluye una indemnización de 120.000 euros para las víctimas, inhabilita al docente para trabajar como profesor durante 13 años y 8 meses y le impone una orden de alejamiento de las víctimas.

   Los hechos probados de esta sentencia exponen que el hombre aprovechó su condición de profesor de Educación Física del colegio Maristas --donde trabajó de 1999 a 2011-- para abusar de los cuatro alumnos, en varias ocasiones en una camilla que tenía en un despacho propio y donde les llevaba con la excusa de hacerles masajes ante posibles lesiones.

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