Los bailarines Akram Khan y Sidi Larbi Cherkaoui exploran la dualidad en el Mercat de les Flors con 'Zero Degrees'

Europa Press Catalunya
Actualizado: jueves, 27 septiembre 2007 17:43

BARCELONA 27 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los bailarines Akram Khan y Sidi Larbi Cherkaoui abren la temporada del Mercat de les Flors de Barcelona con una exploración de la dualidad, mostrando los puntos en común y los que les diferencian, en el espectáculo 'Zero Degrees' que puede verse a partir de mañana y hasta el 30 de septiembre.

"'Zero degrees' nace del concepto de puente, es una transición entre dos cosas con muchos significados: el espacio que existe entre la muerte y la vida, entre las fronteras de dos países, entre dos personas, entre la quietud y el movimiento. El espacio existe pero no lo ves hasta que lo vives, lo cruzas", explicó Khan.

La idea de indagar en este concepto surgió a raíz de un viaje de Khan de la India a Bangladesh. "Cuando Khan pasaba de un país a otro se dio cuenta de que entre un sitio y el otro existía un espacio que no pertenecía a nadie", explicó Larbi.

Los dos bailarines tienen distintas formas de concebir la danza. Por un lado, Larvy está familiarizado con el Kathak --en el que el bailarín se expresa golpeando rítmicamente con los pies y haciendo gestos con las manos, giros rápidos y expresión con la cara-- mientras que Khan tiene un movimiento más teatral y próximo en el yoga, según explicó el bailarín en la presentación del espectáculo.

En común tienen sus raíces étnicas tradicionales y religiosas, ya que Khan es de Bangladesh y Larbi es hijo de marroquí y belga, aunque ambos han crecido en Occidente, uno en Gran Bretaña y el otro en Bélgica.

LUCHA Y ARMONÍA.

"Nos interaccionamos a veces en sentido de igualdad, a veces como una lucha entre los dos, hay momentos de lucha y otros de identificación y armonía", apuntó Larbi. "Vimos que el cuerpo lleva consigo historias, la cultura y la religión, por lo que estábamos juntando dos historias, esta colisión produce una nueva historia y cultura", añadió Khan.

Ambos coinciden en asegurar que su espectáculo es posible gracias al trabajo que han realizado de forma independiente en sus carreras profesionales, cuya puesta en común y confrontación les ha permitido construir un espectáculo.

"Nosotros crecemos como si fuéramos una flor. Desde la creación del proyecto hasta que salimos en escena crecemos por fuera, pero después es como si se tratara de una semilla dentro de una mujer, vas profundizando interiormente", explicó Khan.

La puesta en escena ha ido a cargo de Antony Gormley que ha construido unos maniquíes que simbolizan los 'alter ego' de los bailarines con los que interactúan. La música está compuesta por el compositor Nitin Sawhney con una mezcla de sonidos orientales y occidentales.

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