BARCELONA 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Urbana de Barcelona ha impuesto este verano un 30,7% más de denuncias por consumir alcohol en la calle en relación al del año pasado, y también han aumentado un 13% las tramitadas por orinar, según el balance de julio a septiembre que ha ofrecido este jueves en rueda de prensa el primer teniente de alcalde y responsable de Seguridad, Joaquim Forn.
En este verano la Urbana ha impuesto un total de 45.476 denuncias por incumplir la ordenanza del civismo, un 6,1% más que en los mismos meses de 2012, y la venta ambulante lo que ha suscitado más: 30.233 denuncias, un 2,9% más; por beber alcohol en la calle han sido 9.282 y por orinar, 2.621.
Forn considera que la ciudad "ha dado buena respuesta y ha estado a la altura de los requerimientos" en los meses estivales, ha reconocido que la gente consume menos en los bares pese a la vez no han detectado que se haya establecido el 'botellón' en determinados lugares, y ha atribuido el incremento de denuncias por orinar en la calle a un fenómeno cultural.